La cosecha arrocera en el Sur del Jíbaro, detenida cuando las abundantes precipitaciones de mayo, se encuentra en este momento a todo tren con vistas a salvar en lo posible los campos que quedaron acamados por las inundaciones.
Orlando Linares, el director del Complejo Agroindustrial Sur del Jíbaro, detalló a Escambray que cuando el diluvio ya se encontraban maduras más de 120 caballerías, las cuales comenzaron a cosechar desde que las condiciones del tiempo lo permitieron, pero el ritmo empezó lento por las condiciones del terreno.
Sin embargo, en este momento, los arroceros del Sur cosechan a plenitud en todas las unidades para evitar que aumenten las pérdidas. En los talleres trabajan para reforzar el parque de combinadas, aún insuficiente para enfrentar este pico de maduración, mientras que los medios de tiro y los secaderos cuentan con capacidad suficiente para responder a esta emergencia.
Por otra parte, ya en los campos comenzó la siembra, que debía terminar en julio, pero todo indica que se extienda hasta agosto pues durante más de una decena también quedó paralizada, además de que ahora se hace necesario resembrar áreas afectadas e incrementar las plantaciones previstas para en lo posible resarcir lasa pérdidas provocadas por el aluvión en esta región al centro de Cuba.
Asimismo, desde el momento mismo que pasó el peligro, la brigada de mecanización Alfredo Tomás Calzada se empeña en extensas jornadas para reparar obras de fábrica (compuertas y estructura civil); diques y muros internos que cerraban decenas de caballerías; kilómetros y kilómetros de viales hechos trizas; además de siete canales internos con serias averías; sin contar su apoyo para restablecer canales principales como el Magistral y el CP-1.
“Hemos tenido que reparar buena parte del sistema, estamos en un pico de cosecha y para que no se pierdan áreas necesitamos redoblar los esfuerzos, hemos alargado la jornada laboral, no podemos parar ni un minuto”, aseguró Linares.
En la arrocera espirituana, se afectaron parcialmente más de 400 caballerías, que implican la pérdida de unos 157 000 quintales del cereal. Las plantaciones que más sufrieron los daños fueron las que se encontraban en etapa reproductiva. Las áreas más dañadas se ubican en la UBPC Mapos, así como en las cooperativas 40 Aniversario e Irán Rojas.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.