Sitio de permanente recorrido de cubanos y turistas extranjeros, esta arteria vial recibió los beneficios de una rehabilitación general, bajo la mirada del Centro Provincial de Patrimonio en este territorio.
Acomodada a los caprichos de la suave pendiente, la calle Llano baja hasta desembocar en el río de Yayabo. Por ahí suben y descienden cada día decenas de personas, incluidos turistas extranjeros, para contagiarse con el aire colonial de ese pedazo del Centro Histórico Urbano de Sancti Spíritus, declarado Monumento Nacional en 1978.
Por decisión de las autoridades locales, este año la emblemática arteria vial recibió los beneficios de una rehabilitación general, según Anait Gómez Hernández, directora del Centro Provincial de Patrimonio en este territorio central de Cuba.
Acciones de mejoramiento del empedrado y de la visualidad con la eliminación de los postes del alumbrado eléctrico donde fue posible y de las redes telefónicas, colocadas a través de canaletas, fueron emprendidas allí, bajo la mirada de los especialistas.
A las referidas labores se adiciona la pintura de los inmuebles, básicamente construcciones de los siglos XVIII y XlX de un solo nivel con una altura promedio entre 4 y 5 metros.
En opinión de la arquitecta Silvia Arruebo Salvador, la calle Llano constituye un fragmento singular de la ciudad, con atributos que le otorgan identidad. Las edificaciones se distinguen por sus cubiertas inclinadas de madera y tejas, rejas lisas con escasa decoración, carpintería de madera y vanos verticales, ausencia de portales y por un perfil urbano que refleja las irregularidades del terreno.
Más de una vez los expertos del Patrimonio local abogaron por la eliminación de las violaciones urbanísticas presentadas en ese sitio, único de la villa, criterios que gradualmente tendrán respuesta, de acuerdo con Anait Gómez Hernández.
La directora del Centro Provincial de Patrimonio elogió, de manera general, el movimiento surgido en Sancti Spíritus en pos de la rehabilitación, restauración y conservación del Centro Histórico, quehaceres asumidos de modo escalonado en la antesala del aniversario 500 de la cuarta villa cubana, a celebrarse el 4 de junio del 2014.
Entre dichos empeños sobresale el restablecimiento del empedrado en un segmento de la calle Padre Quintero y del llamado boquete Guairo, que regala un paisaje auténtico en el corazón de la ciudad.
A lo anterior debe añadirse la rehabilitación capital del Parque Maceo, contiguo a la Iglesia de la Caridad, cuyas labores alcanzaron mención en la más reciente convocatoria del Premio Nacional de Conservación y Restauración.
A juicio de Anait Gómez, los trabajos en la calle Llano deben apreciarse como parte de un todo, en una ciudad que busca renacer con donaire y que se resiste a perder su identidad.
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