Después de un sentido homenaje popular, los restos mortales de Crescencio Nicomedes Galañena Hernández reposan en el Panteón a los Caídos por la Defensa de su natal Yaguajay.
Galañena fue uno de los dos diplomáticos cubanos asesinados por la dictadura militar de Argentina, en agosto de 1976, y sus restos óseos fueron encontrados en junio pasado cerca del aeródromo de San Fernando, en la nación suramericana, en el interior de un barril con una mezcla de cemento y cal.
En un momento del tributo que el pueblo rindió al diplomático, Graciela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional de Solidaridad con los Cinco, hizo público un mensaje de condolencia de los antiterroristas a los familiares de Galañena, una de las tantas víctimas de la Operación Cóndor.
Acompañaron a los familiares y yaguajayenses en el homenaje, Juliana Marino, embajadora de la República de Argentina en Cuba, dirigentes del Partido y del Gobierno de Sancti Spíritus y especialmente Miguel Cejas Alfonso y Teresa Cejas Arias, padre y hermana, respectivamente, de Jesús Cejas Arias, el otro diplomático cubano que acompañaba a Crescencio, también asesinado por la dictadura militar de Argentina en agosto de 1976 y cuyos restos no se han localizado aún.
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