En vísperas de su cumpleaños 500, Trinidad, la tercera villa fundada en Cuba por los conquistadores españoles, recibe los beneficios de un ambicioso programa de remozamiento de viviendas, instituciones culturales e inmuebles de valor patrimonial, desarrollado por los ministerios de Cultura y Turismo, y la Oficina del Conservador de ese territorio.
El programa del 2011 contempló la rehabilitación de áreas de interés turístico e histórico como las Plazoletas de las Tres Palmitas y del Jigüe, las Plazas Santa Ana, Mayor y Carrillo, con sus respectivos entornos; el parque de Punta Brava, el museo de Arquitectura, el Archivo de Historia, la Alameda de Concha y algunos detalles del Teatro La Caridad, además de trabajos de rectificación en aceras y empedrados.
También se laboró en el resane y mejoramiento de unas 500 viviendas en distintas zonas del Centro Histórico de la ciudad, declarada, junto al Valle de los Ingenios, Patrimonio Cultural de la Humanidad y considerada uno de los centros urbanos habitados que mejor se conservan en América Latina.
Según declaró a Escambray digital Norberto Carpio Dorta, director de la Oficina del Conservador, las labores llevadas a cabo por la institución abarcaron además la ambientación de la entrada a la villa, la limpieza del vial de acceso a San Isidro de los Destiladeros y su campanario, así como diversas acciones en el batey de Manaca Iznaga.
La restauración de aleros en importantes arterias de Trinidad y la colocación de un sistema de señalética en toda la ciudad y el Valle de los Ingenios también figuraron entre los trabajos llevados a cabo por la Oficina en el año recién concluido.
Especialistas consideran que el aporte de los diferentes organismos del territorio, junto al movimiento popular surgido en este contexto, pudiera contribuir de manera significativa a la preservación del patrimonio y al desarrollo de un turismo culto y sustentable.
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