Metamorfosis del valle de San Luis en Trinidad

Los parajes naturales del sitio, ubicado en la comarca del Valle de los Ingenios, se sacuden del marabú y otros males para regalar una paisajística más hermosa.

Cuando se mira desde lo alto de la loma del puerto, el valle de San Luis, espacio imprescindible en el Valle de los Ingenios, Patrimonio de la Humanidad, regala una imagen distinta, marcada por una importante transformación que camina de la mano del trabajo.

Fuerzas especializadas con maquinaria pesada de las empresas de Talleres Agropecuarios de la provincia y de Granos Sur del Jíbaro, con el apoyo de los trabajadores de la Unidad Económica de Base Flora y Fauna Sancti Spíritus Sur, radicada en Trinidad, han desbrozado de marabú y otras malezas más de 1 400 hectáreas de las 1 900 infestadas, como parte de un programa de reanimación de ese paraje natural que saluda el medio milenio de la villa trinitaria.

Norberto Dorta Pérez, director de la entidad, precisó a Escambray que buena parte de esas áreas ya están reforestadas con especies maderables y frutales; se fomentan nuevos cañaverales y se crean condiciones para la formación de patios genéticos de ganado racial cebú cubano.

Precisó el directivo que también se crean pastizales y sembradíos de kingrass para dar respuesta a las necesidades futuras de los rebaños, y se consolida la actividad de cultivos varios con destino a cubrir, fundamentalmente, las necesidades de los obreros y sus familias, acciones que en su conjunto le devuelven paulatinamente al valle los matices de sus años mozos.

Todo este ajetreo comprende, además, la recuperación futura de la vivienda de la hacienda Abanico y la reanimación de fincas campesinas agroecológicas que, además de fomentar las producciones agropecuarias, interactuarán con la actividad turística en la villa de Trinidad, Patrimonio de la Humanidad, que en enero próximo celebrará los 500 años de su fundación.