Así comentó el doctor Michael Tynan, médico inglés, quien participó en Sancti Spíritus en el encuentro anual de la red cardiopediatra cubana.
Hace unas semanas se celebraba en Sancti Spíritus el encuentro anual de la red cardiopediatra cubana. La provincia era escogida por sus resultados en la atención a este tipo de afección y recibía a doctores de todo el país e invitados foráneos. Uno de ellos, el doctor Michael Tynan, accedía a conversar con Escambray acerca de interesantes cuestiones sobre el sistema cubano de atención médica, sus logros y dificultades.
Michael Tynan es uno de los médicos más experimentados cuando se habla en Europa sobre afecciones cardiacas. Con una gran experiencia, este médico inglés ya retirado cuenta con numerosas publicaciones en prestigiosas revistas internacionales y ha mantenido durante años contactos con Cuba en el sensible mundo al cual ha dedicado la mayor parte de su vida.
Por la trascendencia de sus palabras, hoy en el Día de la Ciencia cubana, Escambray reproduce el parecer del reconocido galeno sobre sus experiencias con el sistema médico cubano.
Dr. Michael Tynan, ¿Qué diferencias éticas pueden existir entre un sistema privado de salud y un sistema público?
El hecho que el sistema privado no dé cobertura a la mayoría de la población no lo convierte en menos ético cuando se trata de relaciones humanas. Lo monetario juega su papel, pero como se dice, madres siempre son madres y padres siempre son padres mírese cualquier parte del mundo; y los doctores son seres humanos con la misma sensibilidad internacional. Creo que el tacto y la comprensión son claves, especialmente cuando están de por medio los niños.
¿Qué virtudes puede tener un sistema público de atención médica como el de Cuba?
El sistema privado quizás pueda poseer mayores recursos, proveer mejores salarios y preparación, pero lo que sí está claro es que no cubre la mayoría de la población. Un sistema pensado para la mayoría de los pacientes de un país no puede ser privado, tiene que ser necesariamente público, por su virtud de otorgarle cobertura a las grandes masas.
En otros países los desplazados sociales no encuentran lugar en el sistema privado. Allá en Inglaterra, por ejemplo, contamos con un sistema estatal de atención, pero al que básicamente se le aporta dinero, por ser más fácil. No existe esa gran presencia de personal médico y enfermería. Incluso, muchas veces tampoco el dinero llega a los necesitados en forma de servicios de salud.
¿Considera que los médicos cubanos están preparados para tratar enfermedades cardiovasculares?
Los cubanos se preparan con suficiente calidad, comparable a la preparación en centros del primer mundo. Aunque existen problemas con algunos medicamentos y tecnología, el sistema primario de salud cubano está muy bien estructurado y constituye una de las virtudes de Cuba.
La mayoría del mundo cada año condena en la ONU el bloqueo estadounidense hacia Cuba. ¿Cree usted que esta política afecta la atención médica cubana?
El embargo estadounidense es una injusticia hacia el pueblo de Cuba. Los afecta de muchas maneras y una de ellas es al sistema de atención médica.
¿Qué le aporta al mundo el sistema cubano de atención médica?
Lo verdaderamente asombroso del sistema de salud cubano es cómo ustedes pueden viajar por el mundo y crear redes de trabajo organizadas. Cuando trabajan en otros países con los médicos locales crean empatía, trasmiten sus conocimientos y formas de trabajo, y ayudan a las poblaciones de esos lugares. Considero que esa una de las tantas cosas que pueden ofrecer al mundo los doctores cubanos, pero en mi opinión esa labor comunitaria es su principal virtud.
Ese sistema de trabajo no es usual en otras partes del mundo. Incluso no existen en algunos países pequeños del Caribe donde sería más fácil la implementación de estas redes asistenciales, por eso digo que Cuba es un ejemplo para el mundo.
El autor es estudiante de Periodismo de la Universidad Central de Las Villas
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