Gilberto García visitó la escuela Héroe de Yaguajay, en Meneses, subió hasta Juan Francisco donde acampó la Columna Dos, comandada por Camilo y rindió tributo al Señor de la Vanguardia en el Mausoleo del Frente Norte de Las Villas
Llegó con la memoria repleta de momentos, de escenarios, de sucesos, presto a compartirlos siempre.
Y fue de protagonista de esa historia, de esa que tejió desde la clandestinidad, la prisión en México, el Yate Granma, a la búsqueda de todo cuanto le enriqueciera otra historia, la de Camilo Cienfuegos, de quien, dice, siempre hay cosas que aprender.
Entonces, Gilberto García Alonso, uno de aquellos 82 intrépidos que apretujados en un yate llegaron por Playa Las Coloradas, para darle el empujón final a la lucha por la total libertad de Cuba.
En Meneses palpó con sus manos, escrutó con sus ojos, la escuela primaria Héroe de Yaguajay, una de las promesas de Camilo a los habitantes del lugar, y que la naciente Revolución edificó, hace ya 45 años, inaugurada por Fidel.
“Sumas energías para seguir viviendo cuando ves a estos niños, como cuidan su escuela, sobre todo, como adoran a Camilo y conocen de su vida y actividad revolucionaria”, expresó Gilberto.
De Meneses, el expedicionario se trasladó al campamento rebelde de la Columna Dos Antonio Maceo, comandada por el Héroe de Yaguajay, en Juan Francisco, donde sumó más conocimientos sobre la gesta del Señor de la Vanguardia en el Frente Norte de Las Villas.
Y como colofón, la visita al Monumento Nacional Camilo Cienfuegos, donde siempre hay cosas por aprender, dijo, antes de dirigirse al Mausoleo del Frente Norte de Las Villas para rendir tributo a Camilo y sus compañeros de lucha.
Honor y respeto para la mejor guia del pueblo cubano.