La pérdida de la señal televisiva analógica en buena parte de la provincia ha disparado el apetito de los espirituanos por los equipos decodificadores
Con la pantalla opaca y lloviznosa, Roberto Ramírez hace las cuentas frente al televisor en su hogar de General Carrillo No. 14, Sancti Spíritus. Entre su esposa, de 82 años, y él, de 83, suman una pensión de 600 pesos. Le restan 800 del refrigerador que pagan hace varios años y la “cajita” más barata supera los ingresos del hogar.
“No puedo. Si me dieran un crédito, ¿cuántos años pasaría pagándolo? ¿Qué como con los precios de todo por las nubes?”, dice.
Aunque la señal televisiva llega a retazos a más de medio Sancti Spíritus desde el pasado sábado, un melodrama rueda por sus pantallas con versión única: el de las cajitas, calificativo popular con que son nombrados los equipos decodificadores para la recepción de la televisión digital.
Los personajes no son de ficción y comparten protagónicos con Roberto. Los creó esa suerte de apagón analógico forzoso que vive Sancti Spíritus de manera adelantada por el azar de un incendio, ocurrido casi cinco años antes de que ocurriera la llegada oficial del anunciado cambio tecnológico.
Y es que mientras se sucedían las noticias desde lo alto de San Isidro, donde literalmente se carbonizó el centro de transmisiones analógico, el asunto de las cajitas subió de categoría. Horas después del siniestro, la televisión digital ya había restablecido su señal, única en verse con todas las de la ley, pues pese a los esfuerzos de RadioCuba para ubicar técnica alternativa, hasta ahora por la vía tradicional solo se reciben tres de los cinco canales, con visibles deudas de calidad en cinco de los ocho municipios.
Pese a que las 17 000 cajitas vendidas por las cadenas TRD y CIMEX en Sancti Spíritus al cierre del 2015, sumadas las cerca de 1 200 distribuidas en la fase de pruebas y otras acopladas a los televisores híbridos, parecen muchas, todo se reduce al 10 por ciento de los más de 181 700 núcleos existentes en la provincia, según datos de la Oficoda Provincial, conocidos a través del Grupo de Comercio.
Las miles de cajitas, por otra parte, no están repartidas a una por casa, pues se sabe que existen hogares con tres, cuatro, cinco y más equipos, en dependencia del dinero disponible. Además el apagón analógico forzoso, toca hoy, de manera total o parcial, a cerca del 65 por ciento de los núcleos (más de 51 000 son del municipio cabecera).
Según el director de RadioCuba, “hoy no tenemos la certeza porque no hemos tenido tiempo de recorrer nada, pero puede ser que por ubicación, poco alcance de los transmisores comunitarios y lejanía, en algunos lugares apartados, no se vea ningún canal”.
Tampoco tienen que estar tan lejos. En la propia ciudad capital, de una puerta a otra un mismo canal puede verse bien o sencillamente no verse. Por ejemplo, desde Jarahueca, en Yaguajay, uno de los tres municipios que no sintieron los impactos del apagón, vecinos reportan afectaciones con su señal por depender de la torre espirituana.
La cuestión toca a los niños, a puro llanto por sus muñequitos ausentes, las abuelas y abuelos, que buscan a Isaura en medio del hormigueo, o a las familias que no pudieron reír con Pánfilo el pasado lunes o echan de menos a Telesur para estar con “lo último”.
Por aquello de que más vale un malo conocido, que por cierto ahora no se ve,… la televisión nacional nunca fue tan demandada y tras los primeros capítulos desde lo alto de San Isidro comenzó a complicarse la trama en las escenas citadinas o campestres. La ansiedad por las cajitas se tornó viral en Sancti Spíritus.
Casi sin apagarse las llamas, las cadenas de tiendas comenzaron sus gestiones para la venta de las mismas y la demanda alcanzó su punto pico. Entonces las “menos caras”, cotizadas a 27 CUC, que yacían tranquilas en los estantes volaron con la misma rapidez con que una chispa eléctrica apagó en minutos la imagen de décadas.
TRD fue la primera en encontrar auxilio y trajo desde la capital del país las primeras 3 000, casi seguidas por GPS desde que salieron del almacén habanero hasta desembarcar en las tiendas La Colonia, La Espirituana y Electrohogar donde se trasmitieron los capítulos más tensos.
No importó si llegó un único modelo a 49.95 CUC o 1 250 pesos. Ríos humanos inundaron los mercados a la usanza de la típica cola cubana: listas trasnochadas, empujones al por mayor, trifulcas verbales, policías atentos al desorden, cuchucheo y hasta una embarazada estuvo a punto de parir con adelanto cuando alguien denegó su privilegio entre ofensas y gritos en medio de La Colonia.
Y aunque las tiendas traspasaron sus fronteras horarias habituales hasta bien caída la noche, las cajitas volaron y volvieron a volar. Unos “colearon” un día, y otro y otro e igual se fueron sin cajitas, aunque perdieron su jornada de trabajo. Hasta mediados de semana Cimex no consignaba disponibilidades como tampoco Copextel, según los comerciales de ambas entidades.
Desde Cabaiguán y el resto de los municipios “apagados”, se escuchó el SOS por los equipos. Algunos desde la ciudad auxilian a los parientes lejanos donde ni llega la señal ni tampoco la cajita, y la televisión suele ser la única distracción masiva. Otros que ya la poseen han vuelto a adquirirla para guarecerse temprano por eso del nuevo canal de ultradefinición que anda por ahí y pondrá en desuso muchas de las cajitas actuales.
Pero Sancti Spíritus vive como Cuba esa suerte de polarización monetaria, que mantiene en cola a quienes tienen el privilegio de la cajita y obliga a la distancia a un grupo nada despreciable.
Como se cuenta lo ocurrido en el último capítulo de la telenovela de turno, ahora cada quien comenta las versiones a su manera. Algunos, como Clementina Guzmán, quieren saber si las pondrían por libreta. Otros como el jubilado Sergio Castillo se esperanza de que las rebajen para Sancti Spíritus por lo excepcional del suceso y más de uno pregunta si con lo dado que somos a guardar, no quedará en almacenes algunas de aquellas que usaron como prueba y que solo costaban 7 pesos (CUP).
El culebrón de las cajitas apenas comienza en Sancti Spíritus. En los avances del próximo capítulo, RadioCuba ha confirmado que por ahora no se verán con todas sus herramientas los cinco canales por la señal analógica; las cadenas de tiendas hacen colectas interprovinciales de cajitas para saciar el apetito espirituano y frente a las lloviznas de su televisor, Roberto Ramírez ha decidido mantenerse al margen de la cola.
Que vergüenza tener que leer esto. Si en Cuba los salarios fueran otros pues quizás. Pero de esta manera es la verdad un DESPRESTIGIO. pobres ancianos que lo único que acen es ver lo poco que ponían en la tv. Esa es una revolución socialistas con igualdades. POR FAVOR
Si esto pasa en la Habana no queda titere con cabeza, desde RadioCuba hasta TRD, pero como es en Sancti Spirirtus ya ustedes saben, se tapan unos a otros para mantener los cargos y la poblacion que siga haciendo colas.
Alguien del periódico me podría decir el por que esa noticia no se ha dado en los canales nacionales como por ejemplo el noticiero. Solo la he leído en el Juventud Rebelde en el cual lo situaron al final del periódico y casi que como una nota de prensa…cual es el miedo…que explicación se le ha dado a los periodista de la provincia para que esto no se publique a nivel nacional como debe ser. Cosas mas insignificantes que estas se le han dado mucha mas relevancia en los canales nacionales…… ¿?
Da tristeza y pena ver a esos abuelos con más de 80 y que tengan que tomar un crédito para tomar agua fría y ahora ni plata tengan para ver la tele.
Se debe de aumentar en apoyo estatal a todas estas personas que de verdad necesitan ayuda y así pasen sin agonía su vejez.
BUEN ARTICULO!
Raquel usted tiene razón si se comprueba que no tiene mas familiares, hijos, nietos etc, porque aunque es cierto que son caros para la mayoría de nosotros también es verdad que la familia tiene que ocuparse de los abuelos antes que el estado.
Triste realidad la de este artículo……… hoy es el tema más comentado en el territorio, con una necesaria solución porque está en riesgo más que todo el nivel de información de la población, que se ha convertido en un baluarte de la Revolución que victorisamente ha entrado en su año 58 …….
Preocupación de todos e implicación de algunos …….. esperamos solución.