Tras 22 años de creado, el Consejo Popular recibió los beneficios de la reanimación en sus comunidades
Como un ritual inviolable los vecinos de Paredes siguen la añeja tradición de esperar cada tarde la llegada del tren que viene de la cabecera provincial para recibir a los estudiantes de Secundaria Básica, trabajadores o cualquier viajero. Basta con que se escuche el pito de la locomotora para que las personas se concentren en la punta misma del andén y entre abrazos y sonrisas se retiran con los recién llegados.
Desandar las calles de este pueblo es ir en busca de una cultura criolla, típica de esa región campesina, donde las canturías y los torneos a caballos se conjugan con los tejidos de fibras de yarey. Bien lo sabe Ana María Rodríguez, una sexagenaria vecina que desde los 11 años aprendió de su mamá el arte de hacer sombreros finos de varias formas y hasta hoy no puede desprenderse de esta magia que la envuelve.
Fundado en 1994, el Consejo Popular cuenta con cuatro asentamientos importantes: Paredes, el principal y que da el nombre al mismo, Entronque de Guasimal, Jarao y Petronila; aunque existen otros de menor relevancia como San Ramón, Cafetal, Yaguá y Los Alazanes.
DESTELLOS DE LA TRANSFORMACIÓN
Sin mucho ruido pero con unos deseos enormes de hacer y transformar las cosas Emeterio Carlos Ramírez Pulluelo, uno de los tres delegados del Poder Popular y presidente del Consejo desde sus inicios, habla de lo que se logró en pocos días como parte del programa de reanimación de las comunidades.
“Comenzamos a finales de enero con una reunión donde explicamos a todos el propósito de los trabajos, las necesidades, los propósitos y las tareas a realizar, no para que se quedaran en papeles, sino para salir de allí con las botas puestas, porque de los habitantes de estos lugares dependía el resultado.
“Así, por ejemplo, se logró pavimentar todo el acceso a Paredes y algunas partes en los viales internos, trabajos que superaron el millón de pesos; también se repararon integralmente las tres escuelas del Consejo, los tres consultorios del médico de la familia a los cuales se les sustituyó hasta el mobiliario; las unidades del Comercio y la Gastronomía, la plaza de baile, el correo, la farmacia y el punto de venta de medicamentos de otro asentamiento, la panadería, el Área de Atención, los puntos de la TRD y el taller de la Emprova”.
Pero la reanimación constructiva fue mucho más allá de lo planificado. Magday López Hernández, técnica de Recursos Humanos en el área Comunal, detalla que en sus 48 años de vida nunca había visto una revolución constructiva dentro de su pueblo. ”El parque infantil —dice— fue uno de los más favorecidos con la sustitución de la cerca perimetral, construcción de aceras, arreglo de equipos de diversión y pintura; pero también se trabajó en el minibulevar y en el cementerio donde se fundió una ranfla para que los ancianos pudieran subir sin dificultad al lugar”.
Los destellos de la reanimación se perciben en todas partes, incluso en la colocación de metro-contadores para medir el consumo del agua; pero, a juicio del propio Pulluelo, hay tareas pendientes que pronto deberán tener solución, como la terminación de la parada de Jarao por parte de Ferrocarril, el camino de Yaguá y otros que salen desde la cabecera del Consejo hacia el resto de los asentamientos y que están bajo el patronato de empresas del territorio y la tan demandada capilla fúnebre de Paredes.
También sigue latente una insatisfacción popular y es la relacionada con el transporte, que resulta insuficiente para satisfacer la demanda de pasajeros que salen cada día para la cabecera provincial y que dependen, en su mayoría, del funcionamiento del tren. La principal preocupación es que el mismo presenta dificultades técnicas y en la vía férrea, con algunos puentes en mal estado que requerirán de acciones urgentes para lograr mantener el servicio.
DE TRADICIÓN EN TRADICIÓN
Para María Morgado Durañón, la administradora del Círculo Social Bernardo Arias, la vida en Paredes es sana, típica de una zona campesina donde las personas viven apegadas a su terruño, a las costumbres y en espera de los momentos que dan alegría a sus habitantes. “Nosotros disfrutamos la llegada de los días de fiesta porque engalanamos la cuadra donde está nuestro centro y los vecinos acuden al minirrestaurante a celebrar como en familia. Para ello contamos con el entusiasmo de los demás trabajadores, incluido Yordanys, el delegado de 23 años que tiene tantos seguidores como amigos en la zona”.
Y qué decir de la escuela Conrado Benítez, donde sus integrantes disfrutan ser parte activa de la comunidad y protagonizar cada acción con el trabajo educativo o las propuestas recreativas que estremecen de alegría a cualquier espectador. Así lo afirma Ángel Macías Pérez, el experimentado director mientras relata los principales logros del plantel, sin dejar de mencionar que en el proceso de reanimación de Paredes desempeñaron un rol fundamental.
“No se trata solo de la parte constructiva —dice Ángel—, sino de lo que diariamente hacemos con los alumnos y profesores para corresponder con la calificación de MB obtenida en el último corte evaluativo, que involucra a todos los centros en el territorio, y donde fuimos los únicos en alcanzar tal calificación, pero si hay algo que nos enorgullece es constituir el centro cultural más importante de la comunidad, por los vínculos con el hogar, la familia, las demás instituciones del área y otra radicada fuera del municipio, como la escuela José Martí, de La Sierpe, que durante años visitamos como parte de este intercambio”.
En Paredes se respira tradición, por eso no puede obviarse el encuentro de béisbol que dos veces al año desarrolla el equipo local con su contrario, perteneciente a Camalote, una comunidad anclada al norte de la provincia de Camagüey. Por más de 35 años la pasión se encendió cuando Uber Morgado, un excoterráneo de esta zona y Emeterio, el entusiasta presidente del Consejo Popular, decidieron probar fuerzas con los bates en las manos y hasta hoy, en viajes de ida y regreso, no han podido definir cuál de los dos conjuntos resulta campeón.
Casi al salir del pueblo observamos las habilidades de algunos vecinos que en los portales de sus casas procesan el yarey o tejen sombreros con una maestría única, entonces recordábamos las palabras de Ángel, el sabio director de la escuela: “Yo sabía que este pueblo no estaba olvidado, como afirmaba alguien mientras decía que Paredes ni en el mapa aparecía; pero también supe que al terminar la reanimación de la comunidad vendría la prensa y podríamos contar nuestras historias, entonces saldríamos del silencio y Paredes aparecería por fin en el mapa de la vida”.
NOTAS SUELTAS
-El Consejo Popular de Paredes cuenta con 3 617 habitantes, abarca una superficie de105 kilómetros cuadrados y tiene 2 561 electores.
-Su principal renglón económico es la caña de azúcar y algunos cultivos varios que se producen en las CCS Juan Manuel Almeijeiras y la Paquito Rosales.
-El Consejo Popular se fundó en 1994.
-Cuenta con cuatro asentamientos: Paredes, el más importante y cabecera del Consejo, Entronque de Guasimal, Petronila y Jarao.
-Tiene tres escuelas, tres consultorios del médico de la familia, un Combinado de Servicios, 4 Círculos Sociales, una unidad de la Emprova, dos puntos de venta de las TRD, dos terrenos de béisbol y un Área de Atención.
es un pequeño pueblo querido, es lastimoso ver el deterioro de las calles y de la vida social, sin que a nadie le preocupe, valdria la pena un poquito de atención
El que lea frio no supone que Paredes existe en el mapa desde hace mucho mas que desde 1994, mi abuelo materno nacio en 1905 y crio sus 8 hijos en Paredes, mis padres nacieron en el 31 y en el 38 y yo en 1964, y estudie en esa misma escuela que hoy existe
Mi familia vive allí. toda una felicidad cuando llegamos a paredes . Sus raíces , sus calles, su diversión, un beso a todos los paredeños.
Paredes un pueblo bello, fui hace aproximadamente 4 años para visitar a unos de mis tíos, de apellido Companioni, él muy orgulloso de su pueblo, luego me enteré que mis primos lo llevaron para la cabecera de la provincia (Santi-Spiritu), donde falleció, siempre mencionaba su pueblo, al igual que mis padres que son de Guasimal y salieron para Oriente, casi con el triunfo revolucionario, un pueblo tranquilo y solidario. Que bueno que se le haya dado más condiciones a los pobladores. Mi padre, aún vivo sueña con regresar para esa zona de Guasimal y paredes, por donde viajaba en su juventud.