Instalados en la provincia un centenar de equipos de este tipo que aseguran el agua a más del 20 por ciento de la masa vacuna
Uno de los principales paliativos del sector ganadero para encarar el agudo déficit de agua que padece la provincia, constituye hasta la fecha de 100 bombas sumergibles, que funcionan con energía fotovoltaica y benefician al 24 por ciento de la masa vacuna del territorio a razón de atender unas 1000 cabezas con cada equipo.
La inversión forma parte de un programa nacional para la recuperación del sector que concede prioridad al abasto de agua, de ahí la adquisición por el país de 1 000 medios de este tipo. Sancti Spíritus figura entre las provincias que reportan mayores niveles de ejecución de la moderna tecnología, apuntó a Escambray Luis Enrique Hernández Álvarez, especialista de riego, maquinaria y abasto de agua en la rama ganadera espirituana.
Añadió que el primer uso de esa técnica en función de la masa vacuna espirituana data del 2015, cuando fueron colocadas 20 bombas solares en unidades de Managuaco, Venegas y la zona norte de Yaguajay; en tanto con la nueva inyección tecnológica se han favorecido todas las áreas ganaderas de la provincia.
“Las bombas —pueden extraer el agua hasta 100 metros de profundidad— se han situado en lugares de difícil acceso a la energía eléctrica o donde existía déficit de líquido. Para ello se acometió primero un estudio de los pozos a fin de determinar la disponibilidad de líquido, el cual se extrae, se conduce a un depósito y después se traslada por mangueras hasta las canoas o bebederos”, explicó Luis Enrique.
El especialista ponderó la importancia económica productiva de la nueva tecnología en medio de la severa escasez de lluvias porque, además de suministrar el líquido al rebaño usando energía renovable, trae consigo ahorro de electricidad y de combustible al eliminarse en esas unidades el tiro de agua en pipas, al tiempo que ha evitado también la evacuación de los vacunos de esos lugares.
Aunque en medio de la sequía esta alternativa ha sido una especie de bálsamo para los ganaderos espirituanos, la provincia mantiene el uso de las pipas, una dotación que ronda los 130 depósitos y abastece actualmente a unos 15 000 vacunos —alrededor del 4 por ciento de la masa— y se prevé que de continuar la falta de precipitaciones se incremente esa cobertura hasta unos 25 000 animales, según comentó la fuente.
Aparejado al manejo del agua, el sector sigue de cerca la alimentación del rebaño asegurando niveles de caña, forrajes verdes y residuos de cosechas, mientras ya reporta la extracción de más de 5 300 toneladas de miel-urea-bagacillo, un subproducto de la zafra fabricado en los centrales Uruguay y Melanio Hernández para la alimentación vacuna.
Como parte de las medidas implementadas en esta etapa, la rama ganadera ha movido más de 15 000 animales hacia zonas con disponibilidad de comida y agua, fundamentalmente en las costas norte y sur. Sancti Spíritus tiene un inventario de molinos de viento que sobrepasa la cifra de 1 300 y una cantidad similar de máquinas forrajeras, a la vez que se trabaja con celeridad para habilitar 26 pipas —hay 15 terminadas— con bombas de succión y descargue para ponerlas en función del suministro de agua al rebaño.
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