El Museo Casa Natal del patriota espirituano dispone ya del documento que ratifica al mambí con ese grado militar
Mientras en Iraq, Siria y Libia,el llamado Estado Islámico ha pulverizado santuarios, mezquitas, estatuas y monumentos a diestra y siniestra, en Sancti Spíritus el patrimonio cultural mejora gradualmente con la adquisición de objetos, piezas y documentos, que, más que reliquiasper sedebido a su antigüedad,constituyen memoria histórica y testimonio de la identidad local y de Cuba.
Con la paciencia propia de los restauradores, el Museo Casa Natal Serafín Sánchez Valdivia, de Sancti Spíritus, ha conformado su colección, enriquecida recientemente gracias a la compra a un particular del documento originalemitido por la Asamblea de Jimaguayú que ratifica el grado de Mayor General al hombre que lo mismo llevó el machete en su brazo mambí, que tomó una pluma para despabilar versos humildes y sinceros, o se desvivió por enlazar toros desde su montura en la finca de los padres en sus tiempos de muchacho.
Aseguran que el Generalísimo Máximo Gómez seleccionó los potreros de Jimaguayú, donde cayera en combate el Mayor General Ignacio Agramonte, como escenario para instalar la Asamblea Constituyente. Y en los alrededores permanecieron sus huestes por si acaso aparecía algún intruso en son de guerra. Corrían los días del 13 al 19 de septiembre de 1895 y los destinos de la República en Armas se dirimían en un bohío camagüeyano.
Dos días después de aprobada la Constitución el 16 de septiembre, la Asamblea confirmó el cargo de Sánchez Valdivia y a seguidas para dar fe de ello firmaron la histórica certificación ilustres patriotas como Salvador Cisneros Betancourt, presidente del Consejo de Gobierno y de la República en Armas; Enrique Loynaz del Castillo, Fermín Valdés Domínguez y Raimundo Sánchez.
La ratificación del grado tenía un precedente: el 12 de diciembre de 1879, desde Nueva York, el Mayor General Calixto García Íñiguez,principal organizador de la Guerra Chiquita,le concedió al espirituano igual cargodentro del Ejército Libertador.
Este nombramiento coronaba la trayectoria militar y ética de Serafín Sánchez, quien el 6 de febrero de 1869, hace 148 años, ensilló la bestia y partió al frente de 45 hombres hacia Los Hondones, Sancti Spíritus, para atizar aún más el fuego independista contra el colonialismo español.
Acompañando al General de Brigada Honorato del Castillo, jefe de la División de Sancti Spíritus, acudió como su ayudantea la Asamblea de Guáimaro (10 de abril de 1869) con el grado de teniente. A propuesta de Ignacio Agramonte, fue ascendido a capitán en 1873. Alcanzó el de comandante en 1874,el de teniente coronel en 1875 y más de dos años después el de Coronel de las tropas mambisas.
El 8 de diciembre de 1878, García Íñiguez, presidente del Comité Revolucionario Cubano de Nueva York, le envió el diploma de general de brigada y el nombramiento de jefe del movimiento revolucionario en la jurisdicción espirituana, señalan fuentes documentales consultadas.
Conocedora a fondo de la ejecutoria del General de las tres guerras, Barbarita Esquijarrosa Escobar, quien fuera directora por varios años del Museo Casa Natal Serafín Sánchez Valdivia, y Ricardo Rodríguez Quintero, especialista de esa institución, reconocieron la autenticidad y el relevante valor histórico-testimonial de dicho documento, que, por fortuna, sigue bajo cobija segura.
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