Pese a la decisión del presidente Donald Trump de revertir el acercamiento de EE.UU. a Cuba, sectores norteamericanos mantienen la determinación de impulsar las relaciones con la isla
Bajo la presión de círculos ultraconservadores, y en contra del criterio de la mayoría de los ciudadanos de su país, el mandatario firmó este viernes el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba.
Tal documento, firmado en la ciudad de Miami ante un grupo poco representativo de personas a las que Trump se dirigió como si encarnaran a todos los cubanos, restringe los viajes de los norteamericanos al territorio caribeño al poner barreras burocráticas y eliminar visitas educativas a título individual.
Asimismo, prohíbe las transacciones económicas, comerciales y financieras de compañías norteamericanas con empresas vinculadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad.
De ese modo, y como consideró el Gobierno de la isla en una declaración, se imponen trabas adicionales a las ya muy restringidas oportunidades que el sector empresarial estadounidense tiene para comerciar e invertir en Cuba.
El anuncio que Trump dio a conocer en un discurso marcado por numerosas demandas injerencistas al país vecino generó gran cantidad de críticas de diferentes sectores.
Pero más allá de lamentar lo que consideran pasos de retroceso dirigidos a complacer a una minoría, muchas de las personas que se pronunciaron sobre el tema expresaron el deseo de seguir promoviendo el acercamiento bilateral.
El Grupo de Trabajo de Cuba (CWG) en el Congreso estadounidense, que reúne a 24 legisladores republicanos y demócratas, anunció que en los próximos días se involucrará a fondo con las agencias federales para mitigar las consecuencias dañinas de la nueva política hacia la isla.
Los copresidentes de ese colectivo, las representantes demócratas Barbara Lee y Kathy Castor, y los republicanos Rick Crawford y Tom Emmer, indicaron que el anuncio es malo para los negocios norteamericanos y un riesgo injustificable para la seguridad nacional.
Por ello, el CGW agregó que en lugar de revertir el acercamiento, se debería abrir la puerta a un mayor compromiso.
Redoblaremos nuestros esfuerzos para promover políticas que hagan crecer nuestra economía, fortalezcan la seguridad nacional y beneficien al pueblo cubano, expresaron.
A su vez, la Cámara de Comercio de Estados Unidos ratificó su voluntad de seguir trabajando para eliminar ‘las políticas anticuadas’ que obstaculizan el desarrollo de los respectivos pueblos.
Por medio de una declaración, esa entidad recordó que su Consejo empresarial Estados Unidos-Cuba trabaja con el Congreso norteamericano y sectores públicos y privados de ambos países para eliminar barreras al comercio, crear empleos y favorecer el crecimiento a nivel bilateral.
Por su parte, la coalición Engage Cuba dijo esperar que en los próximos 90 días la administración colabore con la comunidad empresarial y expertos en temas de la isla para trabajar realmente en favor de su pueblo y sin violar los derechos de los estadounidenses a viajar libremente.
‘Hoy fue el discurso, mañana volvemos a trabajar’, expresó James Williams, titular de esa agrupación de compañías, organizaciones y líderes locales que promueven el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la mayor de las Antillas hace 55 años.
En una entrevista esta semana con Prensa Latina, Williams adelantó que Engage Cuba analizará las regulaciones concretas a adoptar en las agencias federales, y tratará de sumar expertos a esas negociaciones, para que los criterios de los interesados puedan escucharse.
Apuntó que ese proceso de retroalimentación será vital durante las próximas semanas, y señaló que continuarán el trabajo en los estados, donde ha habido un respaldo creciente en todas partes, ‘desde Michigan hasta California, Idaho, Arkansas o Texas’.
Por su parte, el republicano Jeff Flake, senador por Arizona, consideró que ya es hora de que el liderazgo de la Cámara alta finalmente permita votar su proyecto bipartidista para levantar completamente las restricciones arcaicas de viajes, las cuales no existen cuando los ciudadanos del territorio norteño van a cualquier otro país del mundo.
El legislador recordó que la propuesta de ley tiene 55 copatrocinadores totales y está convencido de que en el Senado de 100 escaños se aprobaría con el apoyo de más de 70 miembros.
La Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, en tanto, aseguró que continúa comprometida con el intercambio de especialistas y conocimientos científicos entre las dos naciones.
En tiempos difíciles de la historia de Cuba y Estados Unidos, los científicos han trabajado para mantener vivas las asociaciones y seguirán haciéndolo frente a las políticas cambiante, sostuvo la institución.
La ciencia no conoce fronteras y seguimos centrados en facilitar el intercambio abierto de información para avanzar en el conocimiento y beneficiar a la sociedad, concluyó.
Por su parte José Reinaldo Carvalho, secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Brasil, consideró que ‘se trata de otra arrogancia del imperio; un paso atrás’.
El anuncio de Trump apunta a una tendencia de volver a políticas de bloqueos, provocaciones, pero tenemos la confianza de que los cubanos seguirán dando la pelea como hasta ahora y derrotando al poderoso vecino del norte, añadió.
Mientras, Walter Martínez, general (r) uruguayo que reside en México desde que tuvo que salir de su país en tiempo de las dictaduras militares, recordó la larga lista de invasiones y agresiones estadounidenses en Latinoamérica y el Caribe, ‘hoy renovadas en las políticas desestabilizadoras contra Venezuela y Cuba’.
‘Con su proceder, Trump se coloca de espalda al pueblo estadounidense que en su mayoría exige que finalice el bloqueo’, adujo.
La organización política boricua consideró que con el mensaje de su nueva política hacia la nación caribeña el mandatario republicano estadounidense complace a los sectores políticos más reaccionarios de Miami, en particular a los contrarrevolucionarios exiliados.
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