De la mentira al delito y a la corrupción apenas media un paso; de la corrupción y el delito a la cárcel, nada.
El control interno no es una tarea más
Sistema de control interno, necesario para lograr la eficiencia
De la mentira al desfalco a las arcas del Estado solo media la falta de control, cuyos resquicios son aprovechados por algunos directivos, funcionarios y trabajadores para llevarse la tajada a casa, a riesgo de privarse ellos mismos del derecho a la libertad.
No hablo de quilos. Lastimosamente. Y coloco sobre la mesa un dato aportado por Contraloría Provincial: las afectaciones económicas cuantificadas a partir de las acciones de control ejecutadas por el sistema de auditoría en Sancti Spíritus ascendieron a casi 27 976 000 pesos en moneda nacional y a más de 1 113 700 CUP el pasado año, sin tener en cuenta las auditorías fiscales emprendidas por la Oficina Nacional de la Administración Tributaria.
Esa cuantía no salió de la nada; como tampoco considero que los auditores disfruten en plasmarla en el papel o concedan calificaciones a ojo de buen cubero. Más de una vez he escuchado criterios acerca de los avances palpables en la aplicación del control interno en entidades y organismos espirituanos. No soy quien para cuestionarlos. Pero, otro número llena de humo la cabeza: casi el 30 por ciento de las acciones de control con calificación fue evaluado de deficiente o mal en el 2016.
Entonces sobreviene la interrogante: ¿adónde fue a parar la orientación de la dirección política del país de meter en cintura el descontrol económico y financiero presente en ciertas entidades? La nación no solo se defiende escuchando a los máximos dirigentes. Cualquiera oye; lo trascendente, lo útil es corresponder con actitudes que, como dagas afiladísimas, corten de raíz los problemas.
En el resumen anual del Sistema de Auditoría en Sancti Spíritus afloró que las deficiencias fundamentales detectadas en la última etapa estuvieron relacionadas con presupuesto, inventario, efectivo, nómina, información estadística y obligaciones por pagar a las arcas estatales.
Las causas y condiciones que abonaron las insuficiencias se tornan reincidentes de un año a otro, y resulta lo más preocupante. Los expertos refieren la falta de supervisión y control, la inobservancia de la legislación vigente, la superficialidad en los controles realizados, la no consolidación de las áreas estadística y contable y la negligencia en el cumplimiento de las funciones y atribuciones.
Obviamente, restaría mencionar la madre, al parecer, de las causales: no implementar adecuadamente el sistema de control interno, establecido mediante la Resolución No.60/11, de la Contraloría General de la República.
Donde ello ocurre, la formalidad cunde y daña; perjudica la empresa, la institución, y se olvida de que “el control interno va en la sangre”, “no es una tarea más”, como expuso Acela Martínez Hidalgo, vicecontralora general, en visita a Sancti Spíritus en fecha reciente.
En el territorio, en específico, las auditorías sacaron a la luz una decena de presuntos hechos delictivos, descubiertos en las Empresas de Comercio y Gastronomía de Yaguajay y Sancti Spíritus (tres en esta última), en la Provincial de la Industria Alimentaria y Servicios Comunales de Cabaiguán y Sancti Spíritus. A la relación se suman la Sucursal 5212; la Unidad 414, de Trinidad, perteneciente a la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios, y Acopio, del municipio cabecera.
Si de la simulación al delito media un paso, del delito a la corrupción, prácticamente milímetros. Lo revela un informe de la Contraloría Provincial, al que tuvo acceso este reportero. En la totalidad de las citadas entidades, las posibles manifestaciones delictivas y las corruptas constituyen raíz y tronco del mismo árbol.
Una apreciable cantidad de los actos llevaron el estigma de la deshonestidad de los implicados, quienes se escudaron en sus funciones para obtener beneficios personales, y así echarle tierra y darle pisón a la ética.
Más de un proceso penal —hoy en diferentes fases— quedó abierto; más de una medida disciplinaria, impuesta, luego de las acciones de control. A un lado la ambigüedad; fueron aplicadas 204 sanciones administrativas: 31 a directivos, 69 a ejecutivos y 104 a trabajadores. Lo que el control pudo prever derivó en estas medidas, cuyos ecos llegaronhasta la familia.
Por fortuna, crear un ambiente de control ha dejado de ser utopía en entidades espirituanas como la Unidad de Flora y Fauna de Yaguajay, la Empresa Forestal Integral y la Empresa Eléctrica, con calificaciones positivas en las auditorías practicadas el pasado año. ¿Todo funciona a la perfección en dichos sitios? No deliro; pero sí podría asegurar que allí existe menos espacio para que el delito y la corrupción nazcan y echen cuerpo.
Qué características tienen en general los corruptos? Qué rasgos, pertenencia, vocabulario, incluso apariencia física hay que tener o es característica de determinados cargos y sectores con poder y acceso a recursos?
La corrupción no tiene rostro, o, aun sin prejuiciarnos hay patrones que se repiten frecuentemente?
Entendamos por corruptos a aquellos que desvían recursos, trafican influencias, etc de cierta magnitud.
De los personajes como el que salio en este Tras la Huella.
Hay más corruptas y corruptos gordos o flacos?
Blancos o negros?
Militantes o no militantes?
Con algunos años ya o muy jóvenes?
Con un vocabulario pomposo, prepotente y extremista, o modesto y crítico hacia los defectos de nuestra sociedad, pero con espíritu constructivo?
Les gusta comunicarse con los medios, o tienen miedo de la prensa e internet?
En su círculo íntimo, admiran a Stalin, Hitler y los caudillos fuertes, o a los intelectuales como Lenin y Marx?
Son machistas (incluso siendo mujeres u homosexuales) o son más equilibrados y tolerantes a la diferencia?
Son racistas (incluso siendo mulatos o negros) o no tienen prejuicios étnicos?
En el fondo en el fondo, admiran a los yanquis y su cultura de consumo, o no son impresionados por ello?
Caballeros, hay patrones que se repiten con cierta frecuencia, repito sin caer en prejuicios. Es curioso que nadie saque estas cuentas como estudio sociológico, antropológico…
Está claro que ese es un mal que no se va a acabar hasta que el trabajador logre con su salario satisfacer todas sus necesidades y por otro lado hay números que salen de auditores que no dejan que un trabajador de sus criterios y puntos de vistas a la hora de la auditoría o en la discusión del informe final, pues es lo que ellos dicen y nada más, ejemplo de esto se pudo ver en la antigua jefa de los auditores de la salud y que ahora está en otra otras funciones de esta índole en el gobierno, mientras existan personas como estas que no sepan escuchar los números serán asombrosos y la injusticia aumentará junto a estos números.
en las empresas donde suceden esas conductas no existe el control interno, pero siempre recordemos la frase martiana La miseria pasa lo que no pasa es la deshonra.
Cuando se le pague al trabajador un salario digno con el que se pueda vivir, seguro se acaban muchas manifestaciones de corrupción. Aqui te pagan salarios de tercer mundo y le ponen precios a todo de primer mundo, así no hay quien viva.
Esto está más que claro, se informa los resultados de la Contraluria General de la República, encontramos que aun se mantiene la misma cifra de delitos en las Empresas importantes del pías, pero no se publican las medidas tomadas a los directivos, solo las medidas a los trabajadores, lo que ha permitido continue la corrupción que afecta tanto a la Economía.
acaben de unificar bla moneda por favor y nos quitamos tremendo dolor de cabeza…
Lo que si de be quedar claro es que casi siempre que los trabajadores cometen algún delito es porque están aburridos de ver como lo hacen esos directivos y ejecutivos que usted menciona, compare quienes tienen mayor acceso a los recursos los que van a trabajar o los que tienen las mayores facilidades para desviarlos o robarlos que es lo mismo y después viene la sanción más bochornosa que se le puede aplicar una amonestación pública y si el hombre se molesta privada ya que tienen tanta verguenza que no saben ocultar los recursos que le roban al estado.