Desde que el programa nacional de pesquisa de retinopatía de la prematuridad comenzara a aplicarse en Sancti Spíritus, en el 2004, se ha evitado que más de un centenar de niños queden ciegos
Aunque más de un centenar de niños espirituanos han sido diagnosticados con algún grado de retinopatía de la prematuridad —desde el 2004 a la fecha—, ninguno de ellos ha perdido la visión debido a esta causa.
De acuerdo con la doctora en Ciencias Médicas Miriam Rodríguez Rodríguez, también especialista de segundo grado en Oftalmología, “no se trata de una enfermedad hereditaria, padecerla depende solo de la prematuridad. De ahí que de conjunto con el servicio de Neonatología se examina a todos los niños que nacen antes de las 25 semanas de embarazo o pesan menos de 1 700 gramos”.
En la pesquisa también se incluyen aquellos que presentan otros factores de riesgo como la oxigenoterapia, la ventilación mecánica, la sepsis, el uso de transfusiones, el distrés respiratorio y el ser fruto de un embarazo múltiple, entre otros.
“A todos se les vigila el desarrollo de la retina hasta que alcanzan el término, es decir, las 40 semanas como si estuvieran en el útero —sostiene la jefa de este programa nacional aquí—. Esta enfermedad detiene el crecimiento vascular de la retina; los vasos en lugar de seguir creciendo hacia la periferia lo hacen hacia el vítreo y se desprende”.
Para evitar que, a la postre, quienes desarrollan algún grado de la enfermedad padezcan ceguera, se somete a los pequeños a tratamiento con láser, lo cual viene a ser como una soldadura para evitar que la retina se desprenda.
“El láser se les aplica en las primeras 72 horas y ha tenido notables resultados, solo cuando esto falla es que se precisa realizar una cirugía llamada vitrectomía o emplear inyecciones de medicamentos angiogénicos. Hasta ahora ningún niño espirituano lo ha requerido”, apunta Rodríguez Rodríguez.
Sancti Spíritus fue una de las provincias pioneras en el país en llevar a cabo la pesquisa de la retinopatía de la prematuridad, lo cual avala a los especialistas del territorio a brindar servicios en cualquier lugar de la isla.
Mas, el programa no termina en la sala de Neonatología, una vez egresado el paciente —luego del alta también de los oftalmólogos— los bebés continúan evaluándose en la consulta de Estimulación Precoz para atender tempranamente a quienes presenten alguna dificultad visual y garantizar que lleguen a la edad escolar con una visión adecuada.
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