Donald Trump culpa a Cuba por los incidentes de salud reportados por sus diplomáticos, aun cuando EE.UU. dice desconocer la causa de esos hechos estadounidenses
El presidente estadounidense, Donald Trump, manifestó este 16 de octubre que considera a Cuba responsable por los incidentes de salud reportados por diplomáticos norteamericanos en La Habana, aun cuando su propia administración dice desconocer la causa de esos hechos.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el mandatario republicano dijo creer que la isla es responsable por los alegados eventos, a pesar de que hay una pesquisa en curso y el propio Departamento de Estado no sabe quién o qué motivó los síntomas aducidos por sus funcionarios.
Esta situación, que según muchas fuentes es aprovechada por el actual gobierno para revertir el proceso de normalización de relaciones con la nación caribeña, llegó a los titulares en agosto pasado.
Según se supo desde entonces, diplomáticos estadounidenses que trabajaban en la embajada en La Habana reportaron padecimientos como pérdida auditiva, mareos, dolor de cabeza y fatiga, que el Departamento de Estado calificó como ataques pese a reconocer que las investigaciones sobre el tema no han arrojado resultados concluyentes.
El país caribeño, por su parte, aseguró repetidamente que no tiene responsabilidad con los hechos y aseguró que cumple de manera responsable con lo establecido por la Convención de Viena de 1961 acerca de la protección de la integridad física de los diplomáticos y sus familiares.
De igual modo, llamó a Washington a no politizar el tema, pero tal solicitud fue ignorada por la administración Trump.
A finales de septiembre el Departamento de Estado decidió retirar a más de la mitad del personal de su embajada en La Habana, detuvo la emisión de visas en la isla, lanzó una advertencia de viajes a los norteamericanos, y ordenó la salida de 15 diplomáticos cubanos de esta capital.
Esos pasos, según se justificó el gobierno norteamericano, buscan garantizar la seguridad de los estadounidenses y responden también a la falta de acciones por parte de Cuba para proteger a los funcionarios.
Para medios y analistas, la situación ha sido muy conveniente para el jefe de la Casa Blanca, quien el 16 de junio último anunció la reversión de algunos pasos adoptados por su predecesor, Barack Obama, en la apertura hacia la nación antillana.
Al mismo tiempo, el hecho ha sido resaltado reiteradamente por figuras como el senador republicano Marco Rubio, opositor acérrimo del acercamiento iniciado entre ambos países a finales de 2014.
Las teorías sobre lo ocurrido en La Habana van desde los ataques sónicos que la ciencia niega, hasta la posibilidad de histeria masiva o fallas en algún sistema de vigilancia utilizado por los propios norteamericanos, pero hasta el momento el tema sigue sin resultados concretos.
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