Fuerzas conjuntas de toda la provincia espirituana apoyan las labores de recuperación en los 14 Consejos Populares de ese municipio
Irma vino con despiadada furia a romperlo todo, y casi se sale con la suya, pero se equivocó de pueblo y escogió mal a la gente; se fue sin conocer que, tras su partida, una marea humana, llegada de todos los rincones de la provincia, levantaría otro ciclón en cada calle y rincón de Yaguajay, el territorio más castigado por el terrible meteoro con nombre de mujer.
Por eso el movimiento constante, día y noche, de los que tienen que hacer, por eso se trabaja sin descanso en los14 Consejos Populares con que cuenta el municipio en aras de seguir contabilizando daños y no quede ninguna vivienda sin revisar, para sumarla, si hace falta, a la ya larga lista de los 2 570 inmuebles reportados con afectaciones hasta la mañana del pasado miércoles, según datos ofrecidos por Antonio Cañizares Martínez, vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular y presidente de la Comisión de Evacuación.
Por eso, porque sabe que Yaguajay no está solo, Maritza Castro, madre de cinco niños y protegida en el seminternado Camilo Cienfuegos, confía: “Lo perdí todo cuando el viento azotó Vitoria y es duro ver como lo que tienes se te escapa. Lo único que pude sacar fueron tres colchoncitos de cuna, pero sé que se está trabajando y tengo la seguridad de que la Revolución no nos va a dejar desamparados, por eso estoy tranquila”.
El apoyo viene de los cuatro puntos cardinales e involucra a fuerzas de todos los municipios espirituanos; organismos como el Micons, Azcuba, la Agricultura, Cultura y Educación, Vivienda, entre otros han puesto a disposición de los yaguajayenses hombres, recursos y equipamiento con un único objetivo: la recuperación.
MARIANAS ESCOBA EN MANO
El sol del mediodía castiga duro, pero ellas vinieron con todo: pañuelos, gorras, sombreros y camisas, en un recorrido de más de cerca de un centenar kilómetros desde la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, en La Sierpe, para ayudar en lo que sea necesario al dolido Yaguajay. No importa si los lugareños no se suman, 100 nuevas Mariana, mujeres sin miedo al trabajo, escoba en mano, se encargan de desaparecer los escombros y la basura de las principales calles del norteño territorio.
“Estamos aquí desde las siete de la mañana y permaneceremos hasta que todo quede limpio”, explica Cira González, mientras da por terminado el respiro que tomaron para el almuerzo y se pierde entre la nube de polvo que levantan los camiones recogedores de basura a lo largo de la extensa vía.
Unos 500 arroceros pertenecientes a las 15 unidades estatales que tiene esa entidad y sus UBPC han tomado el pueblo por asalto y se encargan de dejar listas escuelas, instituciones y el círculo infantil:
“Aquí estaremos de sol a sol, y para eso acarreamos nuestros propios camiones, tractores con carretas, equipo multipropósito cargadores, motoniveladoras, una rastra, guagua y vehículos de carga, todos estos equipos puestos a disposición de las labores de recuperación. Hasta el viernes, los camiones han dado más de 100 viajes y se transportan miles de metros cúbicos de escombros diarios”, asegura Orlando Linares, director de la entidad arrocera.
Pasada la hora de almuerzo, en Mayajigua, al igual que en las calles de Yaguajay, fuerzas y equipos del Micons intentan desaparecer las huellas de Irma, desbrozan malezas, limpian caminos y despejan lo obstruido. El lunes, ellos fueron de los primeros en llegar donde la tormenta hizo más daño, y como lo asegura Isabel Díaz Pérez, la jefa de Colectivo de la Brigada No. 3 de la UEB Movimiento de Tierra, “se pegan a las seis de la mañana y a las siete de la noche siguen encima del equipo despejando caminos”.
“Esto nos tomará tiempo porque en Mayajigua hubo mucho daño y la foresta fue muy vapuleada, al igual que los techos de las casas. Diariamente se botan en esta zona unos 600 metros cúbicos de basura. Estamos trabajando fuerte, pero si todos se sumaran se recuperaría lo perdido en el menor tiempo posible. Aquí queda trabajo quizás hasta este fin de semana”.
LO PRINCIPAL, LA VIVIENDA
Las historias se repiten en el improvisado albergue para las 155 personas que en Yaguajay perdieron la casa de forma total o parcial y para las más de 2 570 familias cuyos inmuebles sufrieron determinada afectación. Algunos vieron desaparecer su vivienda en pedazos desde donde se resguardaba sin poder hacer nada; otros se enteraron cuando regresaron desde donde estaban evacuados; los menos, no pudieron quedarse en ellas.
En todos los rostros, detrás de la desesperación, asoma la confianza porque, según aseguran fuentes gubernamentales, desde Aridanes, Nela, El Río, Mayajigua e Iguará, entre otras comunidades, se revisa cada casa para determinar cuál se puede convertir en una facilidad temporal. Donde no sea posible, esas familias se ubicarán, temporalmente, en la escuela especial Mártires de Yaguajay, de la comunidad de Centeno.
Después habrá que seguir echando p’alante cuando se activen las industrias locales, cuando se entreguen subsidios a los más vulnerables y en la medida en que lleguen los recursos porque enYaguajay, aunque tome un tiempo que será más corto si todas las fuerzas halan del mismo lado, hay conciencia de que nadie quedará desamparado.
Menos mal que ese pueblo desolado de Yaguajay por Irma no estan solo, esa población necesita recursos y medios provincia de SS que ustedes son siempre los mas lentos del país y los que menos hacen.