Impaciente y feliz ha despertado Cuba este tercer domingo de julio, lista de punta a cabo para celebrar en parques, plazas, ríos, playas, campiñas, ciudades y serranías, el Día de los Niños, y con muchísimo amor que ofrecer a quienes son la esperanza del mundo y el tesoro mayor de un pueblo.
Cada municipio e, incluso, cada consejo popular, comunidad y barrio harán lo suyo, pues se trata de que, sin alejarse mucho de casa, niñas, niños y adolescentes encuentren infinidad de opciones para la alegría y el disfrute, expresó a la ACN Rosa María Ramírez Montero, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí.
La también miembro del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas vaticinó que la fiesta será a lo grande en todos los escenarios imaginables: zoológicos, acuarios, parques temáticos y de diversiones y otros centros recreativos, instituciones culturales, canchas deportivas, instalaciones pioneriles, calles y avenidas.
Al listado de locaciones para el agasajo sumó los Joven Club de Computación y Electrónica, cines, teatros, museos, hogares de niños sin amparo familiar, escuelas especiales y de formación integral y hospitales pediátricos o con salas especializadas en la atención infantil.
Hablamos de un día consagrado por entero a “los que saben querer”, y la iniciativa se ha desatado en todas partes, con la ilusión de regalarles una jornada inolvidable, afirmó Ramírez Montero, y agradeció la voluntad y el aporte de organizaciones e instituciones, así como también de artistas, glorias deportivas y otros importantes actores sociales.
Las provincias de La Habana y Santiago de Cuba comparten esta vez la sede mayor de los festejos, pero, igual, la celebración del Día de los Niños alcanzará hoy cada palmo de esta tierra, significó.
Queremos que cuanto se haga contribuya a afianzar, realzar y enaltecer lo más autóctono, las artes, las tradiciones y cuanto nos identifica y distingue como nación, y también a rescatar juegos de siempre, que la avalancha tecnológica no tiene necesariamente que sepultar en el olvido, reflexionó la Presidenta de la Organización de Pioneros José Martí.
De San Antonio a Maisí -sin olvidar la Isla de la Juventud- muchas serán las opciones y eso incluye competencias y exhibiciones, comparsas infantiles, cantorías y otros espectáculos de música, teatro, danza y variedades circenses, bailes de disfraces, fiestas campestres y expo-venta de libros y publicaciones para niños.
Habrá, también, festivales deportivo-recreativos, planes de la calle, presentaciones de proyectos socio-culturales comunitarios y de los talleres de creación y apreciación artísticas de la Brigada de Instructores de Arte José Martí, explicó.
Infinidad de razones para la alegría tienen los “pinos nuevos”, la primera ser parte de un pueblo que todo lo hace pensando en su bienestar y defiende su derecho a una vida plena y feliz, y a una participación real en la vida de la nación y la obra de la Revolución, enfatizó Ramírez Montero.
Señaló que prueba de eso es la celebración misma de esta fecha, instituida no por decreto o una iniciativa de los adultos, sino por decisión de los propios niños, consultados por Fidel, el “pionero mayor”, el seis de julio de 1974, en inolvidable y eficaz ejercicio de democracia, durante un encuentro en el capitalino Parque Lenin con una nutrida representación pioneril.
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