No se trata solo de estar bautizado como el mamífero nacional, sino que desde hace rato es la carne más asequible a la mesa familiar y cuando adquirirla al precio menos caro —16 pesos— se torna difícil la preocupación popular sube la temperatura, sobre todo en un territorio como Sancti Spíritus, instalado desde hace varios años entre los mayores productores del país, sin desconocer que los niveles de entrega de carne porcina para la venta directa están muy lejos de satisfacer la demanda de los consumidores.
Después de eliminada en buena medida la crianza popular en las ciudades por razones sanitarias, el aporte cárnico depende prácticamente de la entidad estatal, mientras a los otros precios de venta de cerdo se les extravió el punto final porque la semana pasada en la Plaza del Mercado en Sancti Spíritus te pedían 40 pesos por una libra de bisté y, en Trinidad, 50.
En el esquema de la Empresa Porcina el 94 por ciento de la producción está en manos del sector cooperativo y campesino, sobre la base de que el Estado garantiza el 50 por ciento de las crías a cebar —la otra mitad descansa en los propios productores—, en tanto en la estructura de distribución casi el 91 por ciento de la carne se destina a la primera prioridad de este renglón: el Ministerio de la Industria Alimenticia (Minal), en nuestro caso la Empresa Cárnica, e incluye, además, envíos a La Habana, Ciego de Ávila, Camagüey y Matanzas; a su vez, a la entidad cárnica espirituana llega carne desde Villa Clara y Cienfuegos.
Del resto de la producción se abastece al Comercio y la Gastronomía (sector que recibe la mayor parte del cerdo a través de la Empresa Cárnica) y a los Mercados Agropecuarios Estatales (MAE) administrados por Acopio.
La estabilidad de la producción y el sobrecumplimiento conseguido en el territorio en los últimos años posibilitaron cubrir siempre el encargo estatal y llevar mayores cantidades a la venta directa a la población. Aunque en el 2017 la carne a 16 pesos nunca sobró, su presencia en la red estatal fue más regular.
Desde el mes de abril la producción porcina en Sancti Spíritus experimenta un descenso productivo —ocurre en todo el país—, provocado por diversas causas y, si bien al cierre del cuatrimestre la deuda de entrega al Minal asciende a 380 toneladas, Porcino logra superar las cifras planificadas al Comercio, la Gastronomía y los MAE, al totalizar 540 toneladas de un plan de 380, de acuerdo con las estadísticas de la entidad.
No obstante, la venta liberada a 16 pesos se ha resentido tanto que, por ejemplo, la Casilla especializada de la ciudad espirituana—abastecida a través de la Empresa Cárnica— solo recibió el producto durante abril en 10 ocasiones y, según Acopio Provincial, los MAE de Fomento, Cabaiguán y Trinidad no han tenido cerdo este año.
¿Acaso toda la carne que se destina a la venta directa a 16 pesos la libra sale por la vía del mostrador? ¿Por qué los puntos particulares casi siempre tienen oferta más allá de los altos precios? ¿Todo el cerdo que se vende por esa vía y en los paladares se busca en los campos?
CAUSAS DEL RESBALÓN
Si se parte del dato aportado por los directivos de la rama porcina de que en los últimos ocho años solo se ha incumplido la producción en dos meses: junio del 2015 por la afectación de la enfermedad del cólera porcino y abril de este año, pareciera que no hay motivos para la recaída; sin embargo, en esta actividad convergen recursos, estrategias de reproducción y crianza, medidas sanitarias, contratiempos que determinan mucho en los resultados productivos y hasta la competencia de precios en el mercado negro.
José Antonio Piña López, director general de la Empresa Porcina Sancti Spíritus, declaró a Escambray que en el primer trimestre la entidad cumplió al 103 por ciento la entrega de carne total a ambos encargos estatales —3 904 toneladas—, pero en abril bajó la producción y aun así se aportaron 23 toneladas por encima del plan del mes al Comercio, la Gastronomía y los MAE.
Añadió el directivo que es un decrecimiento manifestado a nivel nacional, aunque más concentrado en las provincias de la región central, las que sufrieron el mayor impacto del huracán Irma y, a la vez, “donde el país tenía proyectado el principal crecimiento porcino para llegar este año a las 200 000 toneladas considerando los altos registros históricos de producción de estos territorios” expresó.
“Incumplimos en abril por varias razones; primero, por las afectaciones del ciclón, también por la carne perdida a partir de problemas de salud presentados en nuestras unidades el pasado año que obligó a sacrificar 760 reproductoras. Por esas dos causas dejamos de contar con unos 14 000 cerdos que representan en el plan 1 400 toneladas de carne; otra razón es la deuda de alimentos con los convenistas”, explicó.
Asimismo, identificó como un cuarto elemento que repercute en la producción la retirada de productores del programa de ceba de cerdos ante el anuncio del pago del tributo como parte de la Ley aprobada en la Asamblea Nacional. “Más del 40 por ciento de los productores con animales propios se han retirado de la ceba”, afirmó el directivo.
Una medida que, hasta donde conoció Escambray con funcionarios de la Agricultura, transita actualmente por las fases de seminario e información a diferentes instancias estatales para llegar próximamente a las cooperativas.
Juan Antonio Pérez, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Camilo Cienfuegos, del municipio cabecera, refirió que el asunto del pago del tributo “ha generado mucha preocupación entre los productores y puede deprimirse la producción por el monto del aporte a pagar, porque existen deducciones que no hay cómo justificarlas, como la fuerza de trabajo; tampoco todo viene por la canalita, tienes que resolverlas por fuera, como la comida. Le he orientado a los campesinos que mantengan el régimen de producción normal hasta tanto se explique bien el aporte que se va a hacer”.
Por su parte Ángel Reina Castro, productor de la propia CCS, declaró que está a la espera de que llegue oficialmente el pago al fisco. “Si me sirve el negocio sigo, si no cierro la cochiquera y vivo de la tierra o me voy a trabajar con el Estado. Esto lleva sacrificio, tienes que volverte loco para buscar el 30 por ciento de la comida y cuidar los animales porque aquí se aparece gente todos los días, vienen de Trinidad, de Ciego de Ávila, hasta de La Habana, a comprarme los puercos, me han propuesto hasta pagarme a 20 pesos la libra en pie, pero si hice un contrato y cogí 300 puercos tengo que entregar a Porcino los 300 cerdos”.
VENTAS DEPRIMIDAS
Más allá de que se entregan y superan las cantidades planificadas, comprar carne en los puntos estatales se ha vuelto casi un acto de suerte, pues resultan cifras pequeñas, son contados los días de ofertas, las entregas del producto están ocurriendo en la parte final del mes y la estrategia de que Comercio y Acopio concentren las asignaciones en las ferias dominicales es válida, aunque ni pensar que se beneficia la multitud porque, apelando a las matemáticas, la venta de una tonelada de carne, a razón de 10 libras por persona, alcanza para unos 200 clientes.
El plan asignado a Comercio y Gastronomía satisface la necesidad de los restaurantes, pero no cubre la demanda de venta a la población, explicó Ariel Fernández Martín, director del Grupo Empresarial de Comercio en Sancti Spíritus.
“El problema ha estado en la sistematicidad del cerdo que tiene que ir a la casilla especializada, lo previsto es ofertar todos los días media tonelada, también en los municipios ha existido déficit, esa venta no ha tenido estabilidad. Aunque se cumplan los planes, esos niveles no alcanzan y para tener mayor presencia se depende del sobrecumpliento de la producción, es verdad que no se ve una buena oferta de cerdo y se está dejando más para la feria dominical”, declaró Ariel Fernández.
Si bien la carne planificada centralmente a los MAE para este año —590 toneladas— representa la mitad del plan del 2017, la dirección de la entidad Porcina precisó que esa disminución obedece a que fue la cifra que Acopio logró extraer en el 2018.
Mas, las asignaciones a este mercado tampoco garantizan una presencia regular del producto.
RECUPERACIÓN
En mayo todavía puede haber un impacto negativo en la producción y podemos empezar a recuperarnos a partir de junio, adelantó Piña López. “Trabajamos para buscar crecimiento en el sector estatal en la reproducción, retrocedimos por las razones explicadas, al comenzar el año Sancti Spíritus era la quinta provincia que menos puercas tenía en Cuba en el área estatal; sin embargo, es la tercera que más cerdo produce a nivel de país.
“Vemos la posibilidad real de recuperación porque los indicadores así lo reflejan en la eficiencia de la reproducción y en la ceba contratada con los animales que aporta la empresa, además está llegando un nivel de comida que alivia la situación, aunque es muy tenso para la empresa la búsqueda de esos alimentos por el mal estado del parque de transporte, cuyo coeficiente de disponibilidad técnica no rebasa el 40 por ciento”, subrayó el directivo.
El desarrollo inversionista desplegado en la empresa debe llevar, según sus representantes, a terminar el 2018 con unas 6 800 reproductoras —empezaron el año con 4 600 y tienen actualmente 5 674—, estrategia que daría mayor seguridad a la producción sobre la base de que el Estado tendrá más participación en la entrega de la preceba a los productores.
Colega reportero y cuantas toneladas de las producidas van a parar a urbes que no producen casi nada. Porque si está en plan y debe ser así por mandato de algún dios del lejano olimpo, no se intercambia por producciones que solo vemos en el noticiero?
Seguimos perdiendo el tiempo con el sector estatal. Vamos a tener que vivir de comer hierba, que es lo único que se da bien en Cuba.
Para nadie es un secreto el gran aporte del campesinado cubano a la alimentacion del pueblo, tampoco es un secreto todo el trabajo y dedicacion que require la noble tarea de hacer producir la tierra a sabiendas de las limitantes y carencias de todo tipo que hoy existen. Antes de «Irma» se estaba notando un resurgir aunque lento de la agricultura, atestiguado sin lugar a dudas por las Ferias y un mayor surtido, de forma general habia variedad y oferta para la poblacion.
Trabajar la tierra es duro y mas aun cuando no se tienen condiciones como maquinarias, buenas herramientas, insumos, prolongadas sequias o excesivas lluvias, ciclones o tormentas, carencia de mano de obra, en fin una serie de adversidades que nuestro campesinado sufre dia a dia.
Segun nuestra Asamblea Nacional, el pais es en la actualidad un potencial importador de productos alimenticios, por tanto debemos fomentar e incentivar la produccion Agricola para disminuir la importacion e incluso llegar a convertirnos un dia en exportadores.
Entonces, no entiendo y sigo sin entender como ponerle en este momento un impuesto a la ganancia a esta actividad que no lograra otra cosa que desmotivar y desanimar al campesinado y al final provocara una marcha atras en la recuperacion tan necesaria y vital.
Y como siempre la menguada mesa sufrira el impacto, uno mas.
Porqué se le permite a los privados vender la carne de cerdo a estos precios conseguidos por acuerdo de los vendedores y un flagrante arreglo de precios lo que,aún el capitalismo más salvaje,las leyes prohíben pues anula la competencia y con ello la posibilidad de rebajas de precios que beneficien al ciudadano?