Caminó duro para llegar a lo que es hoy. De maestro, inspector de Educación y campesino, llegó a convertirse en corresponsal de prensa. Un oficio que va de la mano del Periodismo, profesión que siempre soñó ejercer. Sin embargo, la vida quiso que surcara este sendero para verlo feliz.
Todo ocurrió allá por los años 70 cuando el Partido Comunista de Cuba hizo un llamado para los que quisieran incorporarse a este mundo de forma voluntaria. Fue entonces cuando Asmeldo Cruz Caraballé, un guajiro natural de Los Hondones en la comunidad de Perea, perteneciente al municipio de Yaguajay, asintió la posibilidad sin pensarlo dos veces.
Los primeros pasos los transitó por el acontecer deportivo, para más tarde adentrarse en temáticas productivas. Así, de a poco, descubrió los secretos del ejercicio, y su destreza la plasmó en las páginas del semanario Vanguardia, de Villa Clara; en las ondas de la Emisora CMHW, en la constancia de Radio Reloj, y en otros medios como el periódico Escambray de Sancti Spíritus, que recién abría sus ojos.
Acompañó las palabras con tan fuerte garrotazo que, una vez recibido el encargo de corresponsal, se ha consagrado a la especialidad por más de 40 años. Durante todo este tiempo, comparte el amor por el arte de informar con el que brota de la tierra, esa otra labor que lo complementa en el sur yaguajayense.
Este hombre de 68 años de edad también se enrola como campesino en la CCS Santos Caraballé del norte espirituano. Desde aquí se convierte en productor de malanga, yuca, boniato, calabaza, maíz y otros cultivos varios que contribuyen a garantizar la alimentación de los suyos y del pueblo.
Habilidades que forman parte de su cotidianeidad y hace de tripas corazón para que no se pierdan en medio del espacio de las palabras. Por eso, establece horarios. Por la mañana, atiende el campo, y ya a la una de la tarde se apodera del lápiz y la libreta, y en la mesa de su cuarto escribe los productos comunicativos que lanza a través de la emisora La Voz de Yaguajay, medio al cual se inserta desde el período 2002-2003.
Un colectivo que bebe de las informaciones de Asmeldo, quien se las ingenia a diario para conseguir trabajos periodísticos que estén pegados a su gente. A pie o montado en una bicicleta, recorre las entidades de la zona de Venegas- Perea para obtener noticias de interés para el municipio. De igual forma, se acerca a los pobladores y cuenta historias pintorescas de estos lares.
Vivencias que no deja en la textura del papel, sino que les ofrece vida a través de las transmisiones de radio. Apegado a una sistematicidad que pocos logran, él no concibe un solo día sin tributar dos productos comunicativos al centro de prensa. No importa los sacrificios ni el tiempo invertido, porque Asmeldo estrecha entre sus brazos esta profesión con el mismo cariño que suele hacerlo con sus seres más queridos; y hasta la adora de rodillas con el mismo fervor que muestra alguien su agradecimiento.
Tanto es así que aparta los recelos y ni siquiera piensa en el escaso estímulo material que recibe por su trabajo. Para él, lo importante es informar a los oyentes. En este camino apuesta por temáticas sociales, económicas, deportivas, y desnuda los misterios de estas comunidades alejadas de Yaguajay.
Sobre sus hombros organizaciones de masas como los Comités de Defensa de la Revolución han depositado reconocimientos por su destacada labor periodística; también la Dirección Municipal de Deportes le otorgó la Distinción de Honor, por significar el mejor corresponsal radial durante el año 1980; y a su vez recibió mención en el concurso provincial de corresponsales deportivos voluntarios e historiadores en 1979.
Y es que Asmeldo Cruz Caraballé defiende lo que le apasiona. Por eso, sus manos se curten entre el olor a tierra y la suavidad del papel. Su voz se esparce en el eco del campo y en la sonoridad de una emisora de radio. Su alma se clona en las historias de miles de gente, y su mente se adereza con el placer de hacer radio todos los días. Un desahogo que demandan a una su cuerpo, su espíritu y su corazón.
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