Desde su aparición en el entramado ferroviario en la década del 90 del siglo pasado, el tren Sancti Spíritus-Habana archiva una historia particular. De un lado, miles de espirituanos y compatriotas de muchas partes del país han usado su servicio a pesar de estar rodeado de mala fama, donde la impuntualidad y la demora cuentan entre las caras más visibles.
Valga decir que desde que trepó a los rieles el tren Sancti Spíritus-Habana ha sido como el cabú del tráfico ferroviario nacional, lo cual tiene sus trazos de lógica si de priorizar a los que recorren distancias más largas se trata.
Al compás de la coyuntura energética de septiembre, este servicio también frenó su desplazamiento hasta que el 8 de octubre pasado reanudó las salidas cada cuatro días desde la capital espirituana bajo un horario pactado para las cuatro de la tarde. Ese día la partida fue a las 6: 20 p.m. por causas organizativas con la tripulación, porque el tren estaba en el andén desde horas antes.
Razones personales llevaron a este reportero a utilizar ese servicio hasta Matanzas. Lejos estaba de saber qué sorpresas depara el tren espirituano a los viajeros actualmente; incluso pensé que las más de dos horas que demoró la salida sería lo peor del recorrido.
Equivocación total; por delante había para mí un viaje a lo desconocido; pues, apenas consumado el desorganizado abordaje de los vagones —bastante destartalados, por cierto—, capté señales de malos augurios. Necesité pocos minutos para entender por qué varios pasajeros al alcance de mi vista usaban el pasillo como una especie de vestidor público, quitándose camisas, pantalones y zapatos, para quedarse en camisetas, shorts y chancletas. El calor en el coche 5, donde viajaba, era infernal.
Cuando el tren echó a andar en su primer tramo hasta Zaza del Medio, alguna que otra brisa logró penetrar por los estrechos espacios abiertos en la parte superior de las ventanillas. Y casi hay que agradecer que la estructura de los coches sea así, porque en ese ramal los gajos de la maleza están tan próximos a la línea que se meten dentro del tren y, lo peor: las picadas de santanicas no demoraron en crear alarma y comezón en los viajeros.
La llegada de la noche trajo consigo otra señal desalentadora: el coche no tenía luces. Valga decir que la ferromoza de turno, Inalvis Ruiz, tiene carisma para lidiar con los pasajeros y los sinsabores que también viajan sobre rieles; tal vez su serenidad y alguna que otra palabra de aliento público surtieron el efecto de un calmante.
Para cualquier pasajero habitual de ese tren nada de esto debe asombrarlo; para otros, fue como sentir la inseguridad en carne propia, temer por la vida ante aquellos soberbios corcoveos que daba el coche hacia un lado y hacia otro, hasta pensé que se saldría de la línea férrea; ni qué decir del estruendo cada vez que cogía un bache, como si viajáramos en un camión sin amortiguadores por un terraplén.
Tal vez el término pésimo se quede corto para calificar el servicio en la corrida del día 8 de octubre; máxime cuando ese medio estuvo parado varias semanas en Santa Clara por las limitaciones de combustible y, al menos en el coche 5, hubo que vivir el maltrato de viajar a oscuras por la falta de un tubo de luz fría, lidiar con cucarachas que lo mismo caminaban por el piso, los asientos, que trepaban por el pantalón. ¿Qué impidió revisar el alumbrado de esos vagones, fumigar, limpiar, revisar los pedazos falsos que hay en los pisos que son una verdadera amenaza a la seguridad del viajero? Sepan que, en el viaje de ida del 20 de octubre, conocí de dos pasajeros que se torcieron el tobillo por esa causa.
El reestreno del tren espirituano el pasado día 8 casi puede inspirar un capítulo de novela o programa humorístico. Si saliendo a su hora le debe dar paso al resto de los trenes que coinciden con su circulación, imagínese cómo sería transitando con más de dos horas de retraso. Puedo asegurar que perdí la cuenta de la cantidad de veces que detuvo su marcha, unas para que cruzaran los otros; otras, según voces de pasillo, o la confirmación de la ferromoza: “porque hay ganado en la vía”; las demás, nunca supe por qué.
¿Cómo evaluar un servicio donde la ferromoza no tiene comunicación con la tripulación de la locomotora, a no ser que se cuelgue del estribo y grite en plena madrugada y a toda voz: “¡Novosti, dame andén!”, en un intento desesperado para que el maquinista desplace los coches y los pasajeros no tengan que tirarse por el barranco de la línea?
Más de una vez, la ferromoza del coche 5 apeló en varios poblados a su potente garganta y en Perico, Matanzas, hasta las gallinas tienen que haberse despertado con aquellos gritos a las dos de la madrugada de: “¡Novosti, dame andén, que son dos viejitos!”; en otro intento muy humano de su parte para conseguir que una pareja de ancianos —el hombre hasta con bastón— lograra bajar en el andén de cemento, como debe ser.
Muy mal anda el servicio en el tren Sancti Spíritus-Habana cuando la comunicación hacia los viajeros es casi nula, cuando nadie avisa que en Santa Clara la parada será prolongada; sin embargo, apenas bajaron los viajeros a diligencias personales, el tren salió veloz, perdiéndose en la oscuridad de la noche y dejando en puro susto y desconsuelo a muchos pasajeros; entonces vives unos interminables minutos de desespero al verte con un pomo de agua en la mano, mientras el equipaje y parte de la familia se va en el tren; hasta que divisas en el andén a la serena ferromoza: “Tranquilos, regresa por el lado de allá a enganchar esos coches que están parados ahí”.
Nada bien anda el servicio en el tren espirituano cuando ves a la ferromoza tramitando en Santa Clara el alumbrado del coche 5, luego suben al vagón dos trabajadores de esa estación y descubren, a esa hora, que “le llevaron el tubo de luz fría”. O cuando ves a esa misma integrante de la tripulación aclamar casi a gritos: “¡Tírenle cuatro o cinco cubos de agua a ese baño, por favor, con esa peste no se puede seguir para La Habana!”.
Tras 10 horas de incertidumbre e inseguridad, por fin el tren llegó, pasadas las cuatro de la madrugada, a la Terminal ferroviaria de Matanzas; nunca supe por qué allí nadie le pidió al maquinista que moviera los vagones para que el coche donde viajaba la mayoría de los pasajeros hasta ese destino alcanzara andén; sospeché que a la ferromoza ya no le quedaba voz.
Entonces no hubo más alternativas para hombres, mujeres y niños que tirarse, con equipaje incluido, por la barranca de la línea y hasta hacer acrobacias para no rodar. Después, seguir un camino fangoso entre dos líneas para llegar al ansiado andén, y tener que escuchar a alguien de la tripulación decir: “¿Por qué no avisaron?, hubiésemos movido el tren”.
Esta es la prensa que necesitamos en nuestro pais.realista.critica y sin triunfalismos!
Es increíble,y felicito al periodista por tan dantesco reportaje,pregunto si no tuviese que ir a MTZ ,nunca se enteraría de esta situación,la provincia tiene el diario escambray que por cierto lo considero el más profesional,ameno y detector de problemas,después el estado,los ciudadanos los dirigentes se cuestionan,la desidia la indisciplina la falta de educación ,la destruccion de los medios,parques,teatros ,cafeterías tiendas,calles desechas ,sucias con basuras etc,faltas de transportes,que no tienen nada que ver falta combustible,hay que ser cívico y comprender que un pueblo que se maltrate ,no puede responder con rosas,pues un medio de educación es que las cosas marchen como debe ser ,,y es dolorisomporque uno siente y quiere que ese pueblo sea cada día más educado ,culto,pero cómo decía EL APÓSTOL JOSE MARTI QUIEN SIEMBRE VIENTO RECOJERA TEMPESTADES
Ese tren SIEMPRE HA SIDO UN DESASTRE!!!!!!!!!!!!
Tiene toda la razón el periodista, una amarga experiencia que no se la deseo a nadie. A mí en unos de los viajes hasta me cayó una maleta en la cabeza que, con los brincos del tren, se salió de su sitio en los compartimentos encima de los pasajeros. Por suerte usted tuvo valor de publicar lo que pasó porque si uno le cuenta eso a alguien, no se lo cree. Ahora recuerdo al cabo pantera y así me despido
Que historia mas triste
la que te tocó sufrir.
Había que resistir
no hay otra alternativa
Quien no monta Tren Espirituano
No sabe lo que es la vida.
Deberrian prohibir tomar fotos dentro del tren de S,S. Esa fotos y esos comentarios denigran a nuestro pais y los considero contrarevolucionario. que hizo ud. periodistas para tratar de mejorar el transporte por tren, seguramente no hizo nada . Asi que a callarse la boca.
! saludo a los periodistas que hicieron la materia, porque sin critica no hay desarrollo, lo que denigra no el país, denigra son los dirigentes que permiten que esto ocurra en el dia, y para mejorar el transporte hay que criticar y sancionar a los dirigentes que permiten eso ! Hacer crtica es un hecha altamente revolucionario !Carlos A. de Freitas, de Brasil . Que ha vivido 9 años, 9 meses y 4 dias en Cuba y en Sancti Spiritus, como exilado político de BRASIL, y que trabajado para la fundación del Periódico Escambray
En las tiendas , hospitales y policlinicos no se permite hacer fotos. Incluso la policia muchas veces prohibe a la personas hacer fotos, asi que no considero muy disparatado lo que dice Rohilda.
Bueno que creen esos, que prohibiendo fotos son más revolucionarios?, Es increíble ver que en un país al que llaman educado y culto, existan ciudadanos que promuevan la censura, aún en su contra, si revisamos esta publicación espirituana, muy buena por la calidad de sus periodistas, vamos a ver que los problemas de los servicios no se limitan a los trenes, y la única forma de tratar de mejorar es llamando la atención sobre el problema, gracias!!
El periodista no denigra al país,quien lo hacen son los dirigentes que permiten que se llegue a estás situaciones vergonzosas
Contrarevolucionario es su comentario. El periodista está haciendo su trabajo. aquí todos en Sancti Spiritus lo conocemos muy bien y esa es la mejor forma para que las cosas mejoren. Quien es usted para mandar a callar a un periodista. Acaso ocultando las cosas vamos a ser mejor país. Estas muy equivocada. Su comentario da la impresión contraria a lo que dice defender.
Esta equivocada Rotilda por personas como usted estamos de esta forma.
De donde habrá salido esta rotilda con sus prohibiciones,aki la k denigra es usted y la k tiene k lavarse la boca es usted
lamentablemente son estas actitudes las que más daño le hacen a nuestro sistema, aquellos que imponen con arrogancia, que prohiben sin razón, que se creen con el derecho de exigir a otros falsos moralismos aquellos que prefieren callar antes que denunciar un problema, quizás Rotilda trabaja en el tren y pudieramos entender que se molestara con la maravillosa Crónica de Camellón, excelente periodista que hace lo que tiene que hacer DENUNCIAR el abuso al que es sometido el viajero en esa lata de sardina que denigra con su imagen y su servicio.
Le iba a responder a la señora Rotilda (francamente, no me suena ese nombre y me huele muy mal su comentario); pero ya veo que le han dicho suficiente.
Solo le aclaro algo: los periodistas no estamos para resolver los problemas, sino para publicarlos y promover reflexiones que ayuden a su solución. Tampoco es esa nuestra única misión: debemos educar, orientar, aconsejar, informar.
Y sobre lo de «a callarse la boca», señora Rotilda, si es que existe usted con ese nombre, se pasó de la raya. Esta es una publicación respetuosa y ética, ¿no se dio cuenta al leer?. Lo que no cabe aquí es el irrespeto y la grosería. Un saludo.
Querida Delia usted no está en sus cabales, debería verla un médico urgente.
Lo siento Delia, el nombre es Rotilda.
Lo que no se critica no se mejora y la labor del periodista es criticar y de los responsables de este desastre es dar respuestas a esta crítica así se hace revolución, contrarrevolución es callarse ante lo mal hecho y no denunciarlo en el momento que choca con el problema, a la revolución la denigra esos que filman cualquier hecho en la calle y lo suben a las redes sociales con el solo fin de hacer daño y no lo denuncian en el lugar que lo tiene denunciar, quien critica este trabajo muy bueno esta poniéndose al lado de lo mal hecho y se hace cómplice de los que quieren hacer daño al pueblo
Siempre es y sera bueno contar la verdad señora Rotilda el periodista izo bien y pudiera decirle mas actuo como un verdadero periodista….asi es como queremos a los señor@s cubano de la prensa q digan todo lo q ven y sienten …aunque es en ocaciones dificil…..
Rotilda contrarrevolución es ocultar lo que está mal, es aparentar que todo está bien cuando hay muchas cosas mal hechas. Si hay que publicar las fotos para ver, si al menos así, se solucionan los problemas. Bien por Escambray
Contrarrevolución es dejar que continue la falta de respeto al pueblo,eso si es contrarrevolución, contrarrevolución es que los que tienen que velar e inspeccionar a ese tren no lo hayan hecho y solo salieron raudos cuando salió la denuncia pública, contrarrevolución es prohibir que lo que está mal siga tapándose y que después un hijo de puta haga con la noticia todo una noticia en contra de nuestra Revolución. A la revolución no se defiende silenciando lo que está mal, todo lo contrario, se defiende como lo ha hecho el periodista.
Por este tipo de comentarios y por personas como usted es que este país no llega al desarrollo que hace 60 años nos están prometiendo. Felicito al periodista por su reportaje. Desde el respeto se lo digo señorita.
La cotidianeidad como esta y tantas otras, es ta fuerte y aplastante, q poco a poco va generando una especie de pesimismo y enajenación en las personas, convencidas de algo, q se ha acuñado por años en el sentir del pueblo, «esto no hay quien lo tumbe, pero tampoco hay quien lo arregle», entonces me viene a la mente aquella intervención de Fidel en el aula magna de la UH, cuando a una pregunta sobre si era posible q la revolución pudiera perderse, los allí reunidos como reflejo condicionado, negaban con sus cabezas, fue entonces, cuando Fidel les manifestó q la revolución no podría ser destruida por enemigos externos, éramos nosotros mismos quienes con nuestros errores, incapacidad, etc., podíamos destruirla.
Esta sucesión de problemas narradas en el artículo, nada tienen q ver con el bloqueo, ni con el período coyuntural por el q atravesamos, es una muestra palpable de indisciplina, desorganización y desvinculación total de los Directivos de la realidad, «inquietud revoluciona y elevada sensibilidad», así definió Díaz Canel al tipo de Directivo q quiere y necesita hoy mas q nunca el país, sin esos ingredientes, los esfuerzos q hace el gobierno por dejar atrás todas estas actitudes y conductas negativas seguirán cayendo en saco roto.
Quizás valga la pena q el pueblo comience a exigir a Díaz Canel, como tantos años atrás lo pidieron a Fidel, «q sacuda la mata».
Nada nos puede asombrar cuando de ferrocarril se trata, si este medio de transporte es el más eficaz del mundo y nosotros lo hemos negado siempre y por demás en SS
Yo me pregunto, donde están los directivos de todos los niveles que permiten esto,
No me digan que ellos se enteran con este artículo de la situación de este tren, porque si lo dice es que están dirigiendo detras de un buro y no estan cum,pliendo con el llamado del presidente en todo son servidores publicos y que al pueblo hay que darle lo mejor.
Le invito a que este articulo pase al sitio de la presidencia para que se entere todos lo que tienen que ver con estro y se tomen las medidas necesarias.
NO VIAJAN EN ESE TREN…
Aplausos para el periodista..Parece un cuento de horror y no humorista.Debieran castigar a los responsables de tanta desidia con un viaje Habana- SS,en ese tren,Quizás entonces se embarren de pueblo
Sin palabra ante esta historia macabra del servicio ferroviario y el mal estado en que se encuentra el tren de los espirituanos, nada que ver con lo que se anuncia desde el nivel central en materia de reanimación de este tipo de transporte. Ojalá un día llegue al Espirituano, como se le conoce a este tren, las bondades de la reanimación, solo así estaríamos en condiciones de abordarlo en un viaje hasta la capital cubana, solo así dejará a trás el mal presagio que lo acompaña desde siempre y que lo ha convertido hasta en protagonista de programas humorísticos de la televisión cubana.
Otra, el sábado el tren que cubre la ruta zaza del medio tunas de zaza, salio de zaza del medio y dejo los conductores, quiere eso decir que no había quien cobrara, se quedaron los dos en zaza y el tren partió hacia su destino solo con el maquinista, con circulación gratuita. , ? Que les parece , da risa , o da vergüenza .
Aclarando, fue en el viaje de por la tarde .
Todo está interesante, pero lo que usted cuenta es muy particular. Jajajajaja, sí, da vergüenza y también risa.