El joven artista, procedente de La Habana, Rolando Ávalos Díaz (Roly), mereció el lauro del VIII Concurso Nacional de Décimas Toda luz y toda mía.
El plaquette El mar es el bar de un par fue la obra que se llevó las palmas del jurado que evaluó los textos bajo seudónimo.
“Es un juego de palabras, un trabajo muy lúdico que habla de influencias humanas y divinas, sobre el tema del mar también. Estoy obsesionado con ese tema con su lado simbólico y físico, por eso en otras obras está presente”, dijo con entusiasmo, quien asiste al VII Festival de la Décima Toda Luz y toda mía.
El máximo gestor del proyecto Rollex, integrado por jóvenes cultores de la décima, cuenta en su currículo con otros premios como el del VIII Concurso Internacional de Décima, de Tuineje, y el del XXXIV Internacional Francisco de Quevedo, ambos en España.
No obstante, reconoció que tenía como deuda llevarse a casa el espirituano.
“Quería ganarlo porque es un concurso que ya tiene mucho prestigio y es de los pocos que se convocan en nuestro país. Asistir significa una experiencia muy enriquecedora porque compartes con otros amantes de la décima, cultores en todos los sentidos y también conoces sobre la cultura espirituana, muy rica y peculiar”, consideró.
Anteriormente, este joven cultor de una de las expresiones más autóctonas de la cultura cubana, había obtenido un lauro colateral en el certamen.
Rolando Ávalos Díaz, autor de El mar que tiene raíces, Los andamios de la noche y Poema para que me llames por teléfono, labora como corrector de prensa en el periódico Trabajadores.
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