Fuera de los colchones, Yonger Bastida Pomares repasa cada minuto del combate frente al iraní Abbas Ali Foroutanrami en el Campeonato Mundial Juvenil de Lucha con sede en Tallin, Estonia.
Y sopesa, por fin, el tamaño de la medalla de plata que logró en su primer gran evento internacional, cuando está a punto de cumplir 20 años. “Era la primera vez que competía con todos los rivales que enfrenté; me golpeó un poco el peso porque no llego a los 97 kilogramos, pero estoy contento con mi resultado”.
Y debe estarlo, hace solo un año llegó a la selección nacional como paso lógico y consecuente desde que se decidió por este deporte en su natal Trinidad cuando tenía solo seis años.
“Siempre me gustó y por eso me he dedicado a esta disciplina con mucho esfuerzo. Entré a la EIDE cuando estaba en quinto grado y allí tuve muy buenos entrenadores”.
Precisamente esos preparadores lo consideran un luchador muy técnico y también decidido sobre el colchón, razón que lo ha llevado a ganar varias medallas y títulos en todas las categorías y competencias.
El derecho al Mundial lo ganó cuando obtuvo oro en el Panamericano de este deporte efectuado en Guatemala, aunque en esa oportunidad peleó en los 92 kilogramos y solo recibió dos puntos.
El peso es algo que debe resolver en este ciclo que inicia y en el que agradece la posibilidad de codearse en Cuba con hombres de talla mundial: “Eso te desarrolla mucho porque esos atletas te enseñan, te dan consejos, al igual que los entrenadores, que tienen mucho nivel. Ya estoy pensando en el próximo ciclo olímpico y sé que para eso tengo que seguir esforzándome todos los días”.
Y pondera el papel de quienes participaron en el Mundial de donde Cuba regresó con dos títulos: el de Milaymis de la Caridad Marín Potrillé, en los 76 kilogramos, el primero de una luchadora cubana de todas las categorías, y el del grequista Gabriel Rosillo, en los 97 kilogramos.
“Fue una competencia de mucho nivel y el resultado no pudo ser mejor”.
Este joven atleta va a llegar aser 1 campeón olímpico estoy seguro de eso