Cualquier granizada con vientos y abundante lluvia llama la atención y hasta puede asustar, pero que en horas de la madrugada una tromba arranque de cuajo las planchas del techo bajo el cual usted duerme y toda la familia quede a la intemperie en cuestión de segundos, más bien parece un pasaje extraído del mismísimo infierno.
Así lo describen los vecinos de la comunidad conocida como El Entronque de Guasimal, un caserío cercano a la ciudad de Sancti Spíritus, a un costado del Circuito Sur que comunica con Trinidad, el cual resultó literalmente zarandeado por los vientos de una tormenta local severa, ocurrida en horas de la madrugada de este lunes, que provocó daños en 86 casas –fundamentalmente en los techos y algunas paredes–, caída de árboles e interrupción del servicio eléctrico.
Hasta el lugar de los hechos llegaron Deivy Pérez Martín y Teresita Romero Rodríguez, presidenta y vicepresidenta del Consejo de Defensa Provincial, respectivamente, quienes constataron la rápida respuesta de los propios pobladores y de los organismos del municipio implicados en el enfrentamiento a los daños provocados por la tormenta.
Al realizar una evaluación en el Consejo de Defensa Provincial, la presidenta de este órgano llamó a atender la comunidad de manera diferenciada, trabajar en la solución de las afectaciones, asegurar alimentos y techo a sus pobladores y muy especialmente a cuidar de aquellas personas más vulnerables.
Alexis Lorente Jiménez, vicepresidente del Consejo de Defensa Municipal, confirmó a la prensa que desde horas tempranas los vecinos del lugar estaban laborando en la recuperación de las estructuras que pueden ser reutilizadas, mientras la empresa Eléctrica, Gastronomía, Comunales y otras dependencias se mantenían enfrascados en sus respectivos frentes, incluida la limpieza de la comunidad y el levantamiento de los daños.
El tornado de El Entronque de Guasimal, con vientos estimados en 120 km/h, fue la cara más visible de lo que el Centro Meteorológico Provincial, del Instituto de Meteorología, calificó como «un brote de tormentas locales severas», que además afectó las localidades de El Bejuco, Managuaco (Sancti Spíritus) y San Pedro (Trinidad).
Las fuertes lluvias, registradas en casi todo el territorio espirituano, provocaron la crecida de los ríos, inundaciones de zonas bajas, incremento en los acumulados de las presas y complicaciones en algunos servicios de bombeo de agua.
Fuentes de la Delegación Provincial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) informaron a Granma que los principales ríos que surten la presa Zaza, la mayor del país, se encontraban crecidos, y que el embalse había comenzado a beneficiarse desde horas de la madrugada, luego de reportar uno de los comportamientos más críticos de su historia en los últimos meses.
Aunque en la provincia hubo varios acumulados superiores a los 100 milímetros en las últimas 24 horas, llaman la atención los de Caracusey, en Trinidad, (148 mm) y la capital provincial (125 mm), pero sobre todo que en este último punto se reportaron 114,7 mm en apenas tres horas, entre las 5:00 y las 8:00 de la mañana.
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