Eran las tres de la tarde de un día de marzo y un mensaje sacó fuera del butacón a Sandra Camila Padilla, una joven de cuna espirituana que dedica casi las 24 horas a cantar porque hasta en sus sueños deja escapar alguna que otra melodía.
“Dicho mensaje decía claramente que antes de las once de la noche debía enviar la grabación de la canción y el video. Jamás la había cantado”, cuenta y la voz, aunque lejos geográficamente, desnuda el susto de ese momento.
Buscó de inmediato el tema en las plataformas digitales. No resultó difícil al ser el más popular de este año. Resistiré, canción popularizada en los años 60 por el Dúo Dinámico, de España, ha sido ahora el himno por convicción de casi todo el orbe en su duelo desigual con la COVID-19.
“Escuché la versión original una sola vez y me enamoré. No lo pensé dos veces. La sentí en el corazón porque realmente en ese instante estábamos pasando por el peor momento de la pandemia y cada palabra me salvaba”, describe cómo aquella tarde-noche encontró en la música la tabla salvadora para no zozobrar por tanta tristeza e incertidumbre.
Surgió así su propio Resistiré. Y justo a la hora pactada sus grabaciones llegaron al buzón digital del productor y compositor argentino Ángel Grossi, quien la convocó para que junto a otros muchos artistas le diera vida a la versión Resistiré 2020 América.
“No nos conocemos. Me encontró en las redes sociales y le gustó mi timbre de voz y cómo canto. No tenía la menor idea de cómo sería el resultado final. Nos unimos una veintena de voces procedentes de Cuba, México, Chile, Paraguay, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Honduras y Canadá”, dice.
Su sorpresa fue aún mayor cuando publicaron el video en la red social YouTube —donde hasta este momento tiene más de 549 920 visualizaciones— y se percató de que su voz es una de las que lidera el tema que hermana a gran parte de nuestro continente.
Mas, para los de esta isla el asombro fue aún mayor al poder leer en su imagen Sandra Camila Sancti Spíritus-Cuba. Ella hace más de 20 años que no camina por estas calles, sino por las de una urbe mayor, Raleigh, capital del estado de Carolina del Norte, Estados Unidos.
Bastaron unos segundos de la colocación del producto audiovisual hecho a retazos de videos del resto de artistas para que Sancti Spíritus le diera la vuelta al mundo en un canto de esperanza, sin sutilezas poéticas porque el contexto obliga a levantarse, aunque el mundo esté cuesta arriba.
“Sancti Spíritus significa para mí todo. Es la tierra que me vio nacer.
Mi niñez está ahí, donde aprendí por vez primera qué es la vida, la escuela. Estoy en sus calles, ríos, campos…”, un suspiro termina el mensaje de voz del WatsApp.
Tanta nostalgia la devuelve a aquellos días en que se escapaba de casa para cantar donde las melodías le abrieran las puertas. No hubo matutinos, actividades festivas que Sandra Camila se perdiera durante sus primeros 10 años. Luego, su vida cambió completamente y el nuevo escenario se tornó tortuoso para regalar todo ese mundo interior convertido en sonidos. Sin embargo, una posibilidad le guiñó el ojo y no perdió tiempo.
“No pensé que al llegar acá podía hacerme profesional. Es difícil, sobre todo porque por lo general se comienza desde muy pequeña. Pero hace seis años se me dio sin querer una oportunidad. Estaba en un restaurante y me paré a cantar. Sergio, mi productor, músico y arreglista, me escuchó y empezó toda esta aventura”, cuenta la joven.
¿Por qué en tu perfil de Facebook publicaste como presentación: “La música de mi corazón refleja los sonidos de mi alma”?
“Es una frase que está siempre conmigo. No me veo haciendo otra cosa que no sea cantar. Cada día me entrego para compartir escenarios con otros artistas y con el público. Para interpretar una canción tengo que sentir la letra, la música, aunque me provoque llanto o risa, pero que me toque dentro”.
¿Y para componer?
“Aprovecho la soledad, que nadie me interrumpa. Aprovecho algún recuerdo, un cuento de alguna amiga o la realidad que me rodea. La inspiración siempre está”.
Y en uno de esos diálogos con sus más escondidas esencias surgió Tiempos de tempestad, una canción que penetra por los poros para que no olvides cuánto daño genera cuando nos atrapa un fenómeno como la pandemia.
“Fue muy sencillo escribirla. Un día caminaba y no me encontré con nadie por las calles. Se sentía una energía tan fuerte que me hizo llorar. Por eso, al llegar a la casa salió de arriba abajo y hoy ya se puede disfrutar en las redes sociales”.
Son esos los escenarios más seguros para el arte mundial. Y como otros muchos creadores, Sandra Camila, quien sabe jugar de forma limpia con diversos géneros y estilos musicales como el pop, la balada y la salsa, ha sabido aprovecharlos. Se ha adueñado de Facebook, donde una bandera cubana en su foto de perfil da la bienvenida, también de Instagram, YouTube y cuantas plataformas reciban su música.
“Ha sido un año que no olvidaremos. Pero tendremos que aprender de todo lo que nos pasó para enfrentar en el futuro situaciones similares, aunque espero que no sea tan fuerte como la de ahora. Y, aunque te confieso que al principio me deprimí mucho, pues de buenas a primera todo a lo que estás acostumbrada se detiene, aproveché para hacer otras cosas. En esta etapa he grabado ocho temas míos. He creado sus videos. Los he dado a conocer en el formato digital. Ensayo mucho. Me he aprendido nuevas canciones. Lo mejor ha sido mantenerme con la mente ocupada”, refiere.
Un tiempo divino para volver a los recodos de su niñez. De cuando el Santiago Espirituano se celebraba en el parque Serafín Sánchez Valdivia, de cuando el parque infantil Los Caballitos y el Zoológico eran los centros recreativos preferidos para la generación que hoy tenemos tres décadas, de cuando dijo adiós sin tener consciencia de cuándo volvería…
“Me han venido tantos pasajes que no recordaba y es que gracias a las tecnologías me mantengo en contacto con amistades y familia que viven allá. Incluso, me han enviado fotos de aquel tiempo y eso me ha dado muchas alegrías. Este año quería visitar la ciudad, pero esta situación nos trocó todos los planes, seguro que para el 2021 sí podrá ser. Y por tanto pensar, estoy ya en el proceso de hacerle una canción porque será el retorno placentero a esa parte tan importante de mi vida”.
Con esa expresión de identidad nos despide un diálogo distante geográficamente, pero cercano en ese amor a las raíces y que nos augura que Sancti Spíritus volverá a darle la vuelta al mundo, gracias a la voz y estilo muy personal de Sandra Camila.
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