Un análisis del evento meteorológico que afectó varios días a Sancti Spíritus publica este 7 de junio el portal informativo del Centro Meteorológico Provincial en su sección Meteocien, del especialista Freddy Ruiz, un material que Escambray pone a disposición de los lectores.
Desde mediados del pasado mes de mayo, los modelos de pronósticos para el plazo medio comenzaron a sugerir la posibilidad del surgimiento de un organismo ciclónico tropical en el Mar Caribe Occidental, específicamente en las inmediaciones del golfo de Honduras.
Con el transcurso de los días las posibles trayectorias, después de originado el supuesto ciclón tropical, variaban de un día a otro, aunque por lo general avizoraban un desplazamiento mayormente hacia el nordeste para acercarse a Cuba y, finalmente, tocar tierra.
La zona de impacto oscilaba desde la provincia de Pinar del Río hacia el este, luego el resto de las provincias occidentales y finalmente las provincias centrales.
Después se pronosticaba que debía llegar al territorio provincial por el lugar más hacia el este, para posteriormente volver a mover la zona de impacto en puntos hacia el occidente, es decir, hubo gran variabilidad en este sentido, lo cual era normal o, al menos, comprensible si se tiene en consideración que se estaba previendo la trayectoria de un fenómeno que aún no existía.
El surgimiento del organismo no se concretó durante muchos días, a pesar de que se previó, pero en realidad las condiciones meteorológicas en la tropósfera superior no le eran muy favorables.
En esos días en aguas del Océano Pacífico en las cercanías del territorio mexicano surge y se desarrolla un ciclón tropical que en su desplazamiento general al norte llega a convertirse en el huracán Aghata, el que luego de penetrar en tierra se fue debilitando gradualmente, como es normal, hasta disiparse y quedar solo una extensa área de bajas presiones que se extendió hasta el noroeste del Mar Caribe, incluyendo las áreas donde previamente estaba surgiendo el organismo ciclónico antes señalado.
Luego de interactuar ambas zonas de inestabilidad y disturbio, finalmente se define un centro de bajas presiones con su región central en las cercanías al norte de la península de Yucatán. Para entonces y asociada a este centro ya existía, como es usual en los sistemas débiles, una extensa área de nublados y lluvias al este y distante de su región central, en este caso sobre la región occidental de Cuba, donde como se conoce provocó importantes afectaciones con las persistente lluvias intensas, ya que el sistema estuvo casi estacionario por varias jornadas.
Después que la baja tropical se movió hacia el sudeste del Golfo de México, y al cruzar sobre el sur de la península de La Florida, gana en organización y finalmente se desarrolla la primera tormenta tropical de la temporada, Alex, desde la cual se extendió hacia el suroeste una banda de humedad con abundante nubosidad y lluvias que, luego de afectar a las vecinas provincias centrales, se establece sobre nuestra provincia entre el domingo y lunes pasados para provocar lluvias intensas durante esas 48 horas.
Por otra parte, y en correspondencia con la estrecha vigilancia que se le mantuvo a todo el proceso por parte del Grupo de Pronósticos en la provincia, el día lunes 30 de mayo en horas de la mañana, con anticipación al Centro Nacional, se emitió para las autoridades del territorio el primer Aviso de Alerta Temprana a fin de prever la posible afectación por la banda de fuerte actividad de precipitaciones, sobre lo cual se insiste en un segundo Aviso de Alerta Temprana emitido al siguiente día 31.
Posteriormente, el día 3 de junio se emite entonces el primer Aviso Especial público donde se pronosticaba que el fin de semana se producirían numerosas lluvias que podían ser localmente intensas.
Si se suman las precipitaciones desde el día primero de junio hasta el lunes 6, todas asociadas al mismo fenómeno meteorológico desde sus inicios, los acumulados fueron, por solo poner algunos ejemplos, en la Estación Meteorológica de Topes de Collantes de 828 milímetros; en Méyer, 682 milímetros y en Manaca Iznaga, 670 milímetros.
Para este mes en curso, el más lluvioso del año en Cuba, las condiciones meteorológicas a gran escala, especialmente en el Mar Caribe, al sur de la isla, se mantienen lo suficientemente inestables como para que se pueda desarrollar algún otro sistema tropical, lo que de ocurrir se informará oportunamente por parte del Centro Meteorológico Provincial.
(Tomado del portal informativo del Centro Meteorológico Provincial)
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