Si bien en algunos establecimientos espirituanos pertenecientes a la Empresa Extrahotelera Palmares los precios aún paralizan, en otros las nuevas tarifas son bienvenidas por los clientes que han reconocido siempre la calidad de las ofertas.
Así sucede en el Ocio Club de Trinidad, donde puede leerse en el pizarrón un listado de precios que contrasta con el de semanas atrás e, incluso, con el de otras unidades. Allí, por ejemplo, las pizzas —uno de sus productos estrellas— oscilan entre 100 y 200 pesos; mientras en el restaurante Don Antonio, en esta propia localidad, una suprema de pollo se vende a 850 pesos y el picadillo de res, a 525.
En el caso de la instalación recreativa, Rubén Ernesto Santander, su administrador, admite que la principal preocupación del colectivo es garantizar el acceso de los clientes- en su mayoría niños- a las opciones gastronómicas; por lo que se ha tenido que prescindir de algunos proveedores estatales a fin de no disparar los costos y asegurar las ventas.
Tras la publicación del reportaje “Palmares por las nubes”, Escambray propicia otra vez el diálogo con directivos de esta entidad para que puedan ofrecer una explicación al pueblo sobre las alternativas adoptadas en función de regular el aumento de los precios, condicionado también por las altas cuotas que imponen los proveedores. Sin embargo, fue imposible.
En el referido material periodístico se abordaron algunas de las causas que influyen en la escalada inflacionaria y que en este caso involucra a parte del sistema empresarial de la provincia espirituana, con entidades encargadas de los servicios y otras de los suministros; pero llamadas todas a regular esos procesos a nivel macroeconómico.
Entonces, una de las interrogantes que emergió entonces desde estas páginas sigue en pie: ¿Cómo es posible que sean empresas estatales socialistas las que apliquen semejante aumento de precios, si la propia dirección del país encabeza una verdadera cruzada contra la inflación y otros males de la economía?
También me preocupa el alza de las cuotas a pagar de los cuenta propistas,se ha duplicado el pago de los espacios ,así q las mercancías También aumentarán su presio,ya no se puede comprar nada,el cliente sigue pagando las consecuencias,al menos debieron esperar a que llegara la temporada de verano q las ventas aumentan un poco
Tratar de ser rentables subiendo los precios es un abuso.
Solo puede explicarse porque las máximas autoridades políticas y administrativas de los municipios y la provincia no exigen que se cumpla la política que se plantea desde el primer nivel, solo les interesa el rédito económico, hacer dinero para «cumplir», y que cargue con eso el ciudadano de a pie.
Obvio. Tiene usted razon