Villa del Santo Espíritus – 500 añosSitio dedicado a la cuarta villa fundada por los españoles en Cuba Plazoleta Diego DoradoYoleisy Pérez Molinet y María Antonieta Jiménez Margolles El paso apurado de los espirituanos no detiene los ojos en su entorno. Sólo algún cansado gorrión se acomoda sobre el mármol, desde la cima de un rostro que los cientos de caminantes ocasionales de esta mañana parecen ignorar en la rutina. Mientras, la figura del hombre se levanta sobre el tiempo e invita a los curiosos a llegar. La Plazoleta “Diego Dorado” disfruta del privilegio de erigirse en una céntrica zona de la ciudad, desde finales del siglo XVIII. Debe este nombre a un valeroso andaluz, que puso pies y corazón en tierra cubana, testigo de su solidaria contribución a la gesta emancipadora de 1868. En Sancti Spíritus dejó huellas en la edificación de obras socioeconómicas y en el campo mismo de batalla, donde ofreció lecciones de coraje hasta su muerte.
Es una de las más importante plazuelas tanto por su ubicación y tipicidad, como por el valor de los elementos que la determinan. Situada a 100 metros al Norte del Parque Serafín Sánchez, es un área cuyo entorno cuenta con edificios de varias épocas constructivas de la ciudad y que actualmente están destinados, en el primer nivel a instalaciones gastronómicas, comercios y servicios, lo que la dota de gran actividad urbana.
Originalmente estuvo rodeada de viviendas de una planta con las formas y materiales típicos del resto del pueblo, mientras que en su centro se erguía una robusta ceiba. Llamábanla primero Plazuela de Quirós y luego, del Vicario. En el siglo XX, los aires modernizadores llegan a la zona y se construye en 1912 uno de los primeros edificios eclécticos de que se tiene noticia. La financia Don Pepe García Cañizárez, famoso por sus logros en la farmacopedia tradicional. En los bajos instala la botica “Santa Isabel” y en los altos las viviendas. Los cambios en el entorno se continuaron produciendo hasta las décadas del 50 dejando como saldo un ejemplar de influencias “Art Decó” y otro totalmente moderno que llega a tres niveles sin rebasar la altura predominante, hecho para albergar en sus bajos la ferretería “La Vizcaína” y en los altos las viviendas distribuidas de forma tal que aprovechan al máximo el espacio en el cual se insertaron. Esta plazuela fue pavimentada al igual que las calles que la cruzan y la ceiba fue sustituida por un conjunto escultórico dedicado a la memoria del político y periodista Judas Martínez Moles, muerto a consecuencia de las heridas recibidas en un duelo del 28 de mayo de 1915. Por encontrarse dicha estatua en el lugar, este espacio urbano es llamado Plaza de Judas, sin embargo, su nombre oficial es desde inicios del siglo XX Diego Dorado, en honor al digno andaluz que peleó bravamente por la libertad de Cuba hasta caer en combate en 1871. Multimedias Escambray.
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