Las sesiones de la XVII conferencia ambiental de la ONU fueron aplazadas hasta este sábado, ante la evidente falta de consenso sobre los documentos finales de la reunión, que desataron protestas de bloques regionales y movimientos sociales.
Según se anunció por el circuito cerrado de televisión, la presidencia surafricana del foro negociará a partir de la media noche, pero será en horas de la mañana cuando se informe a qué hora se reinician las pláticas de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kioto.
Los borradores del documento final circularon en horas de la tarde y levantaron una polvareda de opiniones adversas entre representantes de países y bloques regionales, ya que se apartan de los grandes desafíos que tiene por delante esta cita.
El Grupo de los 77 más China rechazó el paquete de decisiones presentado, porque en la práctica sepulta el Protocolo de Kioto.
Según informaron fuentes diplomáticas a Prensa Latina, el G-77 más China exigió la presentación de un nuevo texto, pues el que se trató de imponer no incluye un segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto, tema clave en estas negociaciones.
Una gran parte de los delegados se retiró a los hoteles a descansar, en tanto otros permanecen reunidos para unificar posiciones y examinar variantes de respuesta ante las posibles decisiones que serán presentadas mañana.
Durante estas dos semanas de negociaciones, el G-77 más China insistió en la necesidad de un segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto, a fin de evitar una brecha en las cuantías de mitigación, ya que el primer período del pacto expira en 2012.
En igual sentido se pronunció la Alianza de Pequeños Estados Insulares, bloque de 43 países que denunció con fuerza los peligros a los que se exponen a causa del calentamiento global y la consiguiente elevación del nivel de los mares.
El Protocolo de Kioto fue suscrito en 1997, ratificado por 156 países y, luego rechazado por dos de los principales contaminantes del mundo, Estados Unidos y Australia.
En esencia establece el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en una media del 5,2 por ciento con respecto a los niveles de 1990, aunque en su anexo B precisa metas cuantificadas de mitigación por cada país.
La delegación de Bolivia señaló que los textos circulados hacen referencia a un nuevo instrumento legal a partir de 2020, dejando en un limbo el régimen que estará vigente a partir de ahora.
Por otra parte, el documento señala que la base jurídica de esta nueva redacción no va a ser la Convención, en la cual predomina el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, que los países desarrollados tratan de ignorar.
La XVII conferencia de la ONU sobre cambio climático debió concluir este viernes, luego de dos semanas de negociación.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.