El autor del conocido pasacalle Si tú pasas por mi casa, Gerardo Echemendía Madrigal, fallecido recientemente en Sancti Spíritus, contó más de una vez los vaivenes de su vida de juglar y comparsero único.
Por Yoleisy Pérez Molinet
Escambray desempolva de sus archivos una de las tantas entrevistas que realizara al maraquero del Coro de Clave, autor de más de un centenar de obras y personaje imprescindible de la villa espirituana
Puntual, antes de las tres, espera en la sala de la sede espirituana de la UNEAC, lugar que forma parte de sus costumbres, de su existencia misma. Allí nos citamos con la complicidad de Félix Madrigal, un hombre que de pronto se le ha metido profundamente en su vida. EI suceso ya no es noticia, pero a él le sigue latiendo fuerte la venita de la frente cada vez que pasa par el bulevar y tropieza can el otro Serapio, su propia imagen duplicada, que acompaña el ir y venir de los espirituanos.
Sin robarle un centímetro a la estatura de su sencillez, hoy se siente feliz. Y orgulloso. A cualquiera no le hacen una estatua, mucho menos «en pie de vida», según su propio decir. Es mi pretexto para provocar a Serapio, al que creí silencioso y me sorprendió conversador e incluso divertido. Acepta todas las preguntas y se ríe de sus propias ocurrencias.
¿Qué le pareció a usted esa idea de que le hicieran una escultura?
Yo me asombré, pensé que era asunto de jarana y era verdad. Me quede azora’o. Me dijo: «Espérame en La Vallita a la una de la tarde» y me fui para su casa. Allí estuve 21 días. No me faltó de nada, sinceramente, me dieron la atención de un caballero.
¿Y la gente que opina de eso?
Algunos me dicen: «¿Y tú no eres el de la estatua? Ese hombre que te hizo es un cerebro, porque es lo mismo».
Otros me ven y empiezan a decir: «Mira, mira, mira, Ese que va ahí, Ese es el de la estatua». Hasta los niños me conocen a mí.
¿Se siente tan conocido en Sancti Spíritus? Bueno, yo creía que usted era el más popular aquí…
Pues debe pensarlo, que soy el más popular. EI ciento por ciento de Sancti Spíritus me conoce. Y no a uno ahora, sino a los dos Serapio. Pero aunque recibí muchas lIamadas no gané el concurso del personaje más popular de la ciudad por su aniversario 490…
Verdaderamente, el que salió es mi amigo, no me gustaría tener con él ninguna disputa, pero yo era el más popular, me ha dicho la gente y hasta en la Asamblea del Gobierno me han dicho: «Usted es popular».
Lo asegura sin vanidad, más bien con el orgullo de recorrer palmo a palmo las calles de Sancti Spíritus can una jabita o un bulto de periódicos bajo el brazo y levantar la mano en saludos a cada paso de su andar apurado. Lo dice sin pensar tampoco en su privilegio de haber acompañado a Teofilito, quien le auguró suerte en la música; afirma despojado de su historia en agrupaciones tradicionales de esta región como el Coro de Clave; ajeno incluso a la gloria de ese famoso pasacalle que lleva su nombre.
Todo el mundo habla de Si tú pasas por mi casa. ¿Cómo surgió en verdad?
Eso fue en una tomadera al lado del Teatro Principal. Estábamos tomando una pila de gente ahí y entonces llegó uno y le dijeron: «Oye, tu mujer te está buscando».
«¿A mí?». «Sí, a ti». «Bueno, si tú pasas por mi casa y ves a mi mujer dile que yo no voy, que no me espere». Ahí mismo saqué el número ese. Lo tocábamos en la comparsa Aires de Pueblo Nuevo, que dirigía Cesar Campos, Mundamba.
¿Y pegó desde el principio?
Sí, enseguida, mucha gente la cantaba. Pasaba la gente cantando en las máquinas: Si tú pasas…, pero fue Pío Leyva quien hizo que la inscribiera. Fue muy honrado, si hubiera sido otro se la hubiera cogido.
Hay también una película en la que sale ese pasacalle…
Sí, se llama EI Ojo del Tigre y ahí Andy García sale cantando ese número.
¿Usted la ha visto?
¡Sí, cómo no! A mí me dijeron un día que la estaban poniendo en un video, yo creía que era mentira, porque siempre están con el chiste. Me sorprendió oír aquello y la gente diciendo: «Esa es de Serapio, mírala ahí». Ya la he visto tres veces.
Motivado con la conversación, Félix Madrigal aprovecha el momento para apuntar que Serapio es universal y la gente lo quiere. Cuenta que ante algunos imprevistos, cuando fue a buscar a la provincia de Granma el polvo de mármol para su escultura, llegó hasta la cantera.
Allí explicó los motivos y al mencionar que la obra estaría dedicada al autor del citado pasacalle, un hombre sencillo de la Construcción Ile aseguró convencido: «iAh, sí, ese es Serapio!». En unos minutos el material ya hacía viaje para Sancti Spíritus.
Hace rato que en la conversación Serapio y yo hemos dejado de estar solos. Rafa, un joven artista plástico, se acerca, dice: «Yo soy fan a Serapio» y se sienta a disfrutar cada frase.
Tamara, la periodista, y Madrigal, quien se ha encariñado notablemente con su modelo más auténtico, participan también. Recuerdan que hay otras obras musicales menos conocidas con la firma de Serapio.
EI primer número que yo saqué fue Los Marqueses; después salió Un lucero, Mamá, Mi novia idolatrada y Buenas noches amigo mío. En el coro tengo una clave que se llama Escúchame y ahora hace poco, la Banda de Música y el octeto ese de mujeres (Imago) montaron Lluvia de Oro. El que más se ha popularizado es Si tú pasas por mi casa, que hice en 1957. Ese es un himno de aquí de Sancti Spíritus.
¿Cómo llegó usted a la música, por su padre?
Bueno, a mí siempre me gustó. Mi papá no era un músico de altura, tocaba guitarra y perteneció a los primeros coros de aquí. Pero él me llevaba a tocar con los grupos en los campos y ahí me fui inspirando.
Y usted tan calladito, tan tímido, ¿como se abrió paso en la música?
Así es la vida. Teofilito me elogiaba a mí porque yo siempre oigo, no me tiro a lo loco, sé cuando puedo entrar y cuando no. Soy alegre en las fiestas, a mí siempre me ha gustado también el trago, pa’ que decir que no, aunque ahora le he cogido miedo, por el estómago. El médico me dijo que me podía tomar un carro de cerveza, pero yo me cuido.
¿Por qué todo el mundo le dice Serapio si ese no es su nombre?
Mi verdadero nombre es Gerardo Echemendía Madrigal, pero me dicen Serapio por mi padre, que se llamaba así. Desde niño es un milagro que me digan a mí Gerardo, na’ ma’ que cuando voy a cobrar.
¿Y esa costumbre suya de andar siempre con periódicos bajo el brazo? ¿Le gusta leer?
Ya que usted dice eso, a mí me gusta leer y tener al lado un papel con un lápiz. Cuando hay palabras que no entiendo las anoto y después voy pa’l diccionario. Pregúntele a Martha Picart en la biblioteca. También me gusta sacar cuentas de Matemática.
Serapio, acláreme algo. ¿Por qué cuando usted canta en el coro el estribillo de Si tú pasas por mi casa, siempre termina diciendo: «que yo con Pueblo Nuevo me voy echando un pie. ¡Hasta afuera!»?
Es una guía que hago yo, igual que cuando empiezo hago un «tiki, tiki, tiki» con las maracas; eso es para que sepan cuando voy a terminar. A Juan Antonio, el que fue secretario del Partido aquí, eso le gustaba mucho.
¿Se siente un hombre famoso?
No he tenido ese don de ser un gran músico; yo era una persona superpobre y me metí en la música ganándome 3 o 4 pesos en los campos. Si no hubiese sido músico a lo mejor hubiera sido un gran carpintero, un gran albañil, pero no me ha dado por pensar en eso.
¿Y cómo quisiera que lo recordaran?
Bueno, esa es una cosa dura. Que me recordaran toda la vida como fui yo, que eso también está en la historia, la actitud de la persona. Después que uno se muere siempre dicen: «iQué bueno era!» No, dime lo bueno ahora, después de muerto no. Ahora es cuando me tienen que elogiar.
Me parece muy bien que hayan publicado esta entrevista una vez más.Es una forma sencilla, pero sentida ,de rendir homenaje a uno de los personajes más populares de la villa del Yayabo.Él como otros personajes populares ,con sus caracteristicas distintivas cada uno :Emilito Neira, Mundamba,el propio Francisquito,etc,se ganaron un sitio en el corazón del pueblo espirituano y forman parte de su historia.Gracias Yoleisy por tu interesante trabajo.
Tenia razon Serapio:Lo conozco desde que tengo uso de razon,me sente muchas veces a su lado en los portales del cine Serafin,y nunca le dije que era bueno y que lo admire,por su sencillez y honestidad.Bien por la entrevista,Sencilla y buena com Serapio,que Dios tenga en gloria