Los Gallos tratarán de salir de su mala racha momentáneamente cuando se enfrenten este viernes a partir de las 8 y 15 de la noche en el estadio José Antonio Huelga a su similar de Ciego de Ávila en el inicio de su quinta subserie en la actual temporada beisbolera.
Por Elsa Ramos Ramírez
Sancti Spíritus terminó muy mal parado al ser barrido en su último cotejo particular ante Matanzas en tierras yumurinas. Allí sus bateadores fueron reducidos al mínimo con apenas tres carreras anotadas y once hits conectados y a punto estuvieron de recibir un juego perfecto en el partido del cierre que resultó nocaut para los anfitriones.
De tal suerte se remarcó la tendencia en esta arrancada y el promedio general de bateo descendió hasta los 230, el decimoquinto entre todos los conjuntos.
Solo dos de sus regulares compilan sobre los 300: Yunier Mendoza, que ha bajado hasta los 318 y Yulieski Gourriel, hasta los 311. El otro más cerca es Frederich Cepeda con 297. El resto lo hace por debajo de 259.
Muy mal anduvo la defensa con nueve errores en tres partidos. Este es, hasta el momento, el acápite más preocupante pues el promedio de 957 es el peor de toda la lid con 20 pifias pese a lo joven de la campaña.
Tampoco el pitcheo respondió. Tras llegar a Matanzas en el primer lugar del país con PCL de 2.91, permitieron un fuerte castigo de 26 anotaciones y 34 hits para elevar el promedio de limpias hasta 3.90, ubicados séptimos de la justa.
Mas lo ocurrido se resume a una barrida, tras ganar las tres primeras subseries de la temporada ante equipos más fuertes como Pinar del Río, Santiago de Cuba y Las Tunas.
Ni siquiera están complicados en la tabla de posiciones pues con su balance de 6-6 aparecen en el tercer lugar del occidente a dos del líder Matanzas, gracias en parte al débil desempeño de la mayoría de los elencos de este grupo.
Este viernes los Gallos inician una nueva subserie ante Ciego de Ávila, actual subcampeón, pero que llega acá muy disminuido al bate: 211, los peores de la lid, pero muy herméticos en el pitcheo: 2.90, los mejores.
En pos de salir del mal momento, el manager Ruperto Zamora debe apelar a su principal carta de triunfo, Ismel Jiménez quien acumula balance de dos triunfos.
La subserie continúa durante sábado y domingo siempre en el estadio José Antonio Huelga.
Cualquiera pierdes tres juegos, a cualquiera Matanzas le gana tres juegos. Ese es el beisbol. Sí me preocupa el posible retorno de la abulia, del desinterés en la victoria, de solo interesar el resultado individual. Tenemos un excelente manager, alguien con historia y carácter. Ruperto es la esperanza, pero si el equipo continúa conformándose con la clasificación, poco hemos hecho. Son los Gallos, por mucho, uno de los grandes equipos de nuestra serie nacional. Pero deben cambiar la actitud (y la aptitud) ante el terreno. Si no… estaremos asistiendo a la despedida de una generación de peloteros que pudo, pero que nunca creyó en su potencia, en lo que en virtud de sus potencialiades, debieron acumular y desperdiciaron. La grandeza comienza dentro de nosotros mismos, nadie nos la infiltra. Ese que die que Matanzas gana por Víctor, no ha visto las dos últimas series, en la que esos jóvenes dieron señales de con cuanta ambición salen al campo.