En lo que va de año más de 5 000 pacientes han sido atendidos en el Centro Provincial de Retinosis Pigmentaria.
Por Dayamis Sotolongo Rojas
Cerca de 300 personas en la provincia están expensas a perder la vista. Decirlo así puede parecer aterrador; mas, es apenas una causa entre tantas otras que conllevan a la ceguera: la retinosis pigmentaria.
Aun cuando está demostrado de que se trata de una afección hereditaria y degenerativa, no se traduce en una sentencia apocalíptica, pues muchos de los espirituanos que la padecen han logrado retardar la progresión de la enfermedad.
De ahí que en lo que va de año el Centro Provincial de Retinosis Pigmentaria haya incrementado las atenciones médicas por esta enfermedad, pues -como asegura la doctora Silvia Landaburo, especialista de segundo grado en Oftalmología- “cuando se confirma un caso los estudios se extienden a todos aquellos que integran el árbol genealógico y ello permite tomar conductas e iniciar el tratamiento desde edades tempranas”.
Varias terapias se ponen a prueba una y otra vez con loables resultados, como la ozonoterapia -que no se limita a las patologías oculares- y la magnetoterapia, además de los fármacos indispensables para el tratamiento. “A ello se añaden -asegura la doctora Yunia Toledo, especialista en Oftalmología y directora de la institución- las pruebas especiales, que incluyen el electroretinograma, electrooculograma y los potenciales evocados visuales; además de las distintas consultas que se brindan para evaluar y seguir pormenorizadamente la evolución de los pacientes”.
No obstante, el seguimiento de los casos no se realiza únicamente desde el punto de vista oftalmológico, sino que requiere de un equipo multidisciplinario integrado por genetistas, clínicos, otorrinolaringólogos, trabajadores sociales y psicólogos.
Esta institución, única de su tipo en la provincia, se encarga además de rectorar el estudio de la sordo-ceguera en el territorio.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.