Según las estadísticas preliminares, Sancti Spíritus cierra diciembre con saldos positivos en los principales indicadores de su economía: en sentido general, las entidades de la provincia sobrepasan los programas establecidos y se reportan crecimientos significativos en la producción mercantil y en las principales producciones físicas.
Por Mary Luz Borrego Díaz
Particular despunte consiguieron la cosecha de arroz, que debe cerrar con unas 110 000 toneladas si el tiempo se mantiene favorable y el volumen de carne de cerdo aportado al balance nacional.
Igualmente, merecen elogios las entregas de ganado menor y mayor para la industria; la producción de huevo; los resultados de la Pesca y de la construcción de viviendas; la fabricación de azúcar y el crecimiento de la siembra de caña; la cosecha de frijoles para la canasta básica, de tomates para su procesamiento y de maíz con destino a Acopio; la rehabilitación de redes eléctricas y la plantación de cultivos varios.
Actualmente, se labora por alcanzar los compromisos establecidos con la cosecha de café y la extracción de miel, entre otros renglones exportables de considerable peso en el país que también se intentan cumplir, al igual que los involucrados en la sustitución de importaciones.
En el otro polo, definitivamente atrás y sin posibilidades de alcanzar las cifras pactadas, quedaron los acopios de leche y las entregas de frutales (mango, guayaba y frutabomba), así como ajo y cebolla para su procesamiento industrial.
Por su parte, la ejecución del presupuesto se comportó aceptablemente y los cambios y flexibilizaciones aprobados de alguna manera lo han oxigenado, en especial los aportes tributarios del trabajo por cuenta propia y la compraventa de autos y viviendas.
Otro indicador importante, la circulación mercantil minorista, se estima alcance las cifras previstas, a partir de los empeños de la red de Comercio, fundamentalmente durante los últimos meses del año, a pesar de que las ventas de materiales de la construcción y los insumos agrícolas comenzaron a expenderse durante el segundo semestre.
En el año que concluye, en el territorio, como en el resto del país, comenzaron a introducirse de forma escalonada los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución, incluidos el proceso de reordenamiento laboral y la ampliación y flexibilización del trabajo por cuenta propia.
Además, continuó la entrega de tierras ociosas; se aprobaron las compraventas de vehículos de motor y de viviendas; se ampliaron las relaciones de cobros y pagos entre personas naturales y jurídicas; quedaron establecidas las ventas directas de materiales de la construcción e insumos agrícolas, así como de los productores al sector del Turismo; se aprobó la entrega de algunos créditos bancarios; y la planificación, la ejecución presupuestaria, los procesos de contratación, el control y la disciplina alcanzaron planos protagónicos.
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