Uno de los hombres más veloces de home a primera en la pelota cubana, El Guineo espirituano, Robersy Ramos, se recupera de una fractura de tibia y peroné. En exclusiva para Escambray digital dice que la pelota es su vida, “es lo que siempre he hecho y por una lesión no dejaré de practicarla”, afirma.
Primero, la nube de polvo sobre la segunda base; luego, las manos atenazadas al tobillo derecho para calmar el torrente de dolor. Cuando lo retiraban en camilla, Robersy Ramos ni siquiera tuvo oídos para los aplausos del Latino. “Se me chivó la Serie”, quizás se dijo. Era el 4 de enero.
Uno de los hombres más veloces de home a primera en la pelota cubana, El Guineo espirituano, como lo llamó cierta vez el Roberto Pacheco, no abriría, nadie sabe por cuanto tiempo, la tanda de los Gallos y dejaba su puesto de regular en el jardín central. El diagnóstico: fractura de tibia y peroné con lesión de los ligamentos, según el equipo médico del Complejo Ortopédico Internacional Frank País.
“Me sentí frustrado, decepcionado Llevaba mucho tiempo entrenando; jugué la provincial y la Liga de Desarrollo completas, siempre con vista a la Serie Nacional”, comenta ya en su apartamento en los Olivos I, donde los saludos de los vecinos, seguidores, incluso de la prensa, llegan a cualquier hora.
Ante una situación como esta cualquier pelotero pensaría dejar de jugar, ¿piensas en esa posibilidad?
Eso no pasó por mi mente. Sabía que en esta temporada no iba a poder; pero, ¿dejar de jugar?, eso nunca. Mientras pueda caminar, yo juego. La pelota es mi vida, es lo que siempre he hecho y por una lesión no dejaré de practicarla.
¿Consideras que estarás en forma para la nueva etapa beisbolera?
Pienso que sí, eso depende de los médicos, ellos son los que saben. Mi idea era estar listo para los play of; ahora me dijeron que debía estar seis meses más de rehabilitación. Según la recuperación que vaya teniendo, podré estar en forma para la otra Serie.
¿Quién te ayuda con la rehabilitación? ¿Qué características tiene?
La estoy haciendo en el Policlínico Norte con la compañera Bierka, que se encuentra en estos momentos al frente de la sala, y con Yanny, otra fisioterapéutica. Ahí debo permanecer hasta el día 22 de febrero, cuando tengo turno en La Habana para ver si me retiran los pasadores. El resto de la rehabilitación la haré allá.
En esta serie estás en la nómina como jugador regular y ocupas la posición de Yuniesky Gourriel en el center, ¿ha provocado esto contradicciones dentro del equipo?
No. Cada cual está allí jugando su pelota; yo antes no era regular. Mientras me tocó la posición de jugador de campo lo asumí e hice lo mejor que pude hasta que pasé a regular. No creo que haya contradicciones. Cada quien debe saber el lugar que le toca y el momento que le toca.
Yuniesky, ¿rival o compañero de equipo?
Para mí Yuniesky no es rival, todo lo contrario, es el más que me ayuda. Saber que tienes otro buen pelotero haciéndote fuerza, hace que eleves tu nivel y lo hagas mejor. Él es un gran center; he tenido que entrenar fuerte para poder ocupar esta posición que es la que me gusta.
Tienes la rapidez y la agresividad como armas, ¿qué te falta para ser un buen corre bases?
En la Serie anterior realicé 15 intentos y me robé 10 bases; por tanto, tuve un promedio por encima del 50 por ciento, y un pelotero con ese promedio es un buen corredor de bases. Tengo que prepararme más y explotar mis habilidades. En esta temporada realizamos la jugada de corrido-bateo y Mendoza siempre le pegaba y salía bien, por lo que no hubo muchas oportunidades.
¿Quién te bautizó como el “Taxi” Ramos? ¿Te incomoda?
Oscar Castañeda, quien fue entrenador de natación y que ahora es locutor de Radio Sancti Spíritus. Y no, no me incomoda en lo absoluto; todo lo contrario, es un orgullo para mí tener un sobrenombre como ese.
¿Qué experimenta un pelotero cuando ve el juego desde el banco?
Un jugador tiene que saber qué hacer en su posición. Durante tres series no fui regular; pero estuve preparado para el momento que me sacaran. Al principio salía solo a correr y observaba a los pitcheres desde la base para que no me sorprendieran. Cuando salía de emergente, veía los lanzamientos y analizaba cada uno para poder darle bien a la pelota.
¿Y cuando estás jugando y te dicen siéntate?
Uno nunca quiere sentarse, porque crees que si has fallado tres veces a la cuarta lo harás bien. Cuando te sientan, solo piensas en que en el otro juego debes salir a darlo todo en el terreno. No te queda otra opción que conformarte.
En tu corta carrera, ¿cuál ha sido el juego que más recuerdas?
He tenido la oportunidad de decidir varios encuentros, pero hay unos que te marcan más que otros. El año pasado, en mi primer juego de play of, en este caso frente a Pinar del Río, igualé el récord de hits en un partido pues bateé de 5-5; si no lo hacía bien era posible que no jugara más.
Ser el primer bate de un equipo que cuenta después con grandes bateadores como Yuliesky, Cepeda y Eriel…
Mi responsabilidad es llegar a primera. Estoy muy orgulloso de ser el primer bate del que, a mi consideración, ha sido el mejor equipo de Sancti Spíritus de todos los tiempos.
¿Por qué ha sido un terreno vedado para ti integrar las nóminas del equipo Cuba?
Esa parte es igual que en el bateo, lleva un poco de suerte y no me ha tocado. El año pasado pensé que iba a estar en alguno de los equipos Cuba; pero no fue así y este año cuando me correspondía jugar contra los universitarios de Michigan me lesioné el día antes. Por eso digo: todo es cuestión de suerte.
¿Qué entrenadores te han ayudado más?
He tenido varios. El “Micky” y Pablo Cepeda me han ayudado mucho. Luego estuve con Ruperto Zamora que me apoyaba y me sigue apoyando ahora en el cumplimiento de mis funciones como primer bate, y en los jardines cuento con la ayuda de Lázaro Martínez, uno de los grandes jardineros de todos los tiempos.
¿Con cuál de ellos te quedas?
Me lo reservo. Te lo digo cuando me retire.
¿Qué le debe Robersy a sus padres?
A mis padres les debo todo. Ellos son los que siempre me apoyan. Juego más pensando en ellos que en mí; estoy seguro que sufren cuando me salen mal las cosas.
¿Juegas para ti, para tus padres o para el público?
Juego para todos: para divertirme, para que mis padres se sientan orgullosos de mí y para que el público disfrute de un buen espectáculo. A veces, cuando no lo hago todo bien, me siento decepcionado, y los aficionados te dicen cosas sin valorar lo que tú sientes en ese momento. No importa, de los errores se aprende y tienes una vida entera para seguir jugando el béisbol.
Espero de corazón que te mejores pronto,Mailin
Le deseamos mucha suerte, salud y rápida recuperación, debe cuidarse para garantizar estar en forma para las próximas contiendas.
tienes un amigo que siempre ha seguido tu carrera como pelotero, siempre he estado pendiente de tus resultados a traves de tu papa ESCAMILLA SOY RAFE EL MEDICO DE LA UNAIC, QUE TE RECUPERES RAPIDO UN ABRAZO
Desde la hermana republica bolivariana de venezuela te digo que tengas una pronta recuperación y vuelvas a estar con los gallos que tanta falta le haces. ABRANTE