Una comunidad aborigen de Australia graduó sus primeros 10 adultos alfabetizados mediante el método cubano de «Yo sí puedo» que comienza a extenderse en una población con alrededor de 60 por ciento que ni lee ni escribe.
El reconocido programa de enseñanza, concebido para adaptarse a las más diversas culturas y lenguas, arrojó sus iniciales frutos aquí, en el asiento de Wilcannia, en el estado de New South Wales.
La culminación exitosa del curso, que comenzó en enero, fue celebrada con júbilo en un acto al que asistieron el dirigente nacional de la etnia originaria de Australia, Jack Beetson, autoridades locales y el embajador cubano Pedro Monzón, y en el que se presentó un espectáculo artístico tradicional.
Al dirigirse a los presentes, Beetson destacó que la aplicación de ese programa alfabetizador propicia que los habitantes y las familias se apoyen unas a otras, con maestros que pertenezcan a las propias comunidades.
Afirmó que entre 50 y 60 por ciento de la población aborigen es analfabeta funcional y de ahí la importancia de que se extiendan los cursos a otros lugares, por lo útil que sería no solo para aprender a leer y escribir, sino porque también ayuda a reducir la delincuencia y mejorar los indicadores de salud.
La población aborigen de Australia, en situación económica y social desventajosa, se estima en casi medio millón, y con alrededor de 400 grupos étnicos y cientos de lenguas de uso diferente.
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