Aun cuando el territorio nunca ha podido mantenerse completamente libre de focos, durante un cuarto de siglo ha logrado mantener el dengue a raya. Mas, todavía el mosquito sobrevuela: en lo que va de año se reportan 39 focos.
Según la licenciada Ana Delia Quiñones Albriza, directora de la Unidad Provincial de Vigilancia y Lucha Antivectorial, tales resultados se deben al ejercicio sistemático de control epidemiológico, que enfila sus acciones desde la comunidad. “Además, se garantiza gracias a la estabilidad de la cadena de dirección y a la labor de las más de 800 personas vinculadas a la Campaña de Lucha contra el Aedes aegypti”.
Entre los municipios más afectados por la focalidad sobresalen Trinidad y Sancti Spíritus con 24 y 12 focos, respectivamente; por lo que las medidas se arrecian en esos lugares. Reconoce la citada fuente que en el caso del sureño territorio continúan afectando las dificultades con el abasto de agua, lo cual obliga al almacenamiento del líquido por varios días, en ocasiones en depósitos inadecuados que contribuyen a la proliferación del vector.
“El transporte por ferrocarril y por ómnibus se mantienen como las vías de entrada del mosquito a la provincia, de ahí que en la cabecera provincial las zonas más comprometidas sean las aledañas a la Terminal Provincial de Ómnibus y a la de Ferrocarriles”, asegura Quiñones Albriza.
Por ello, con el objetivo de cortarle las alas al mosquito, desde la pasada semana comenzó, como en todo el país, el proceso de certificación de manzanas de alto riesgo, labor que pretende -con el concurso de varios organismos- erradicar en cada cuadra los salideros, los vertederos, los tanques descubiertos, entre otros factores que constituyen hospederos del vector.
A ello se añaden los levantamientos entomológicos, las radiobatidas, las audiencias sanitarias a la población, las actividades con los pioneros y los estudiantes de Medicina, a fin de involucrar a todos en la campaña antivectorial.
Al cierre de las primeras semanas de este mes cinco de los ocho municipios espirituanos no presentaban focos y el territorio mantenía un índice de infestación por mosquito Aedes aegypti de 0,05 por ciento, el cual no constituye -de acuerdo con las autoridades sanitarias- riesgo para la transmisión del dengue.
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