Agón Teatro devuelve un festival a Fomento

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Esta vez Fomento no solo ofició de anfitrión del Festival Olga Alonso, sino que el premio recayó, compartido, en un grupo del municipio: Agón Teatro, un colectivo de jóvenes que ya se anuncian como promesas del quehacer teatral espirituano.

La XV edición del Festival de Teatro Olga Alonso, celebrada en Fomento, ha quedado atrás y esta vez, justo es reconocerlo, las glorias han sido más, muchas más, que las penas. Desde hacía años, el municipio sede del evento no mostraba un trabajo serio, sostenido, y recibía a los participantes sin un quehacer escénico de valía.

Esta vez Fomento no solo ofició de anfitrión, sino que el premio recayó, compartido, en un grupo del municipio: Agón Teatro, un colectivo de jóvenes que ya se anuncian, sin dudas, como promesas del quehacer teatral espirituano. Agón Teatro venía de recibir el gran premio Cañambrú 2012 y el premio Remembranza, y se perfilaba ya, desde el rigor de los ensayos, como un serio aspirante al nacional “Olga Alonso”.

Además del galardón principal, Agón… se llevó otros cinco premios, entre ellos al mejor texto dramático, y una invitación a la sede de La Andariega, en Camagüey, provincia en la que, del 21 al 25 de este mes, expondrán su arte.

Desgranando la mudez, la obra premiada, representa escénicamente siete textos poéticos pertenecientes al libro Granos de mudez, premio Raúl Ferrer del escritor fomentense Pedro de Jesús. Me muero por cometer el acto de tocar, No es el pie en la noche lo que avanza, Post Mortem y otros cuatro poemas son los escogidos por Kiusbel Rodríguez, director de Agón… para convenir en una suerte híbrida la danza, la poesía, el teatro y la música. Supo Kiusbel, y lo supieron sus talentosos jóvenes, que la belleza o es plural, o falta a su sentido primario: la armonía.

Memorable la fuerza expresiva de Dorellis Torres, la sonrisa más allá de lo mágico de Odainys Fernández y los movimientos corporales -orgánicos y reveladores- de Pablo Mario Martínez y Aliet Águila. Fueron meses de ensayos y largas sesiones en la interpretación de un excelente libro. En años venideros, los concursantes se sabrán en la tierra donde trabajó Olga Alonso y también donde se anuncia como una gran promesa Agón Teatro. Vale ahora que el municipio cuide, reconozca y salvaguarde a este grupo.

Ya en el orden organizativo, vale señalar que un festival de esta envergadura no pertenece solo a Cultura, sino a todos los organismos e instituciones del territorio. Lo que sí corresponde a la Dirección Municipal de Cultura es convocar, enamorar, reclamar la participación de otras instituciones en lo que es, sin dudas, el suceso cultural más importante de Fomento.

Cierto es que el certamen necesita más apoyo económico -quizás pagamos más a un grupo musical, en una noche, que el gasto ocasionado por un evento que es ya tradición del municipio-; aun así, vale reconocer que en el orden de las necesidades el festival tiene tantos contactos con la imaginación como con la economía. Sobre el “Olga Alonso”, otro tema: las galas de apertura y cierre. Fomento tiene suficiente talento como para asumir totalmente el guion de estos espectáculos, pues amén de ese talento, ya reconocido, está la noción, la historia, y la experiencia acumulada en 15 años de esos encuentros. Cualquier opinión foránea ha de estar regida por la sugerencia y la mesura.

El miedo a perder el festival, que tantas veces ha recorrido Fomento, vuelve a estar lejos. Agón Teatro, con una sobria actuación, y el propio pueblo fomentense, otra vez en las calles, han “afincado” la suerte de estas lides. El XVI Festival, convocado el próximo 4 de marzo, ya promete.