Escambray Periódico de Sancti Spíritus
La cal se ha convertido en un producto emblemático de esa comunidad yaguajayense y crece la demanda de ese recurso por su reconocida utilidad.
En áreas aledañas a la comunidad de Llanadas Arriba, en el municipio de Yaguajay, la producción de cal se ha convertido en un rubro que identifica a esa zona, a raíz de incrementarse los niveles de elaboración y afianzarse la calidad del útil recurso.
Mediante métodos artesanales y rústicos, en los alrededores del asentamiento están creados siete hornos, tres de ellos con una explotación más estable y aportes el pasado año de unas 120 toneladas de cal, rango que define a Llanadas Arriba como la principal plaza productora en la provincia de Sancti Spíritus.
La cal de esa zona tiene gran demanda, explica a Escambray Omar Palmero, jefe comercial de la Unidad Empresarial de Base Agroindustrial Yaguajay, perteneciente a la Empresa de Suministros Agropecuarios del territorio espirituano, encargada de contratar y distribuir ese renglón.
“El recurso se destina a instalaciones de la Agricultura, fundamentalmente de las ramas pecuaria, porcina y avícola para su aplicación con fines higiénicos y de control de plagas; también se comercializa para uso en la construcción y para pintura de obras viales, contenes de calles y otras instalaciones sociales”.
Según el directivo, los suministros de cal se extienden a provincias aledañas y tiene un destino particular a través de la Oficina del Conservador, para los trabajos de restauración patrimonial en Trinidad.
La cal la producen trabajadores contratados a domicilio en la propia comunidad Llanadas Arriba, refiere Omar Palmero. “En ese lugar hay una reserva de caliza muy buena y está reconocida incluso nacionalmente la calidad de la cal viva que allí se produce, acota”.
En marzo del 2012 la producción llegó a 47 toneladas (unos 900 quintales, que es la unidad de medida en que se le compra al productor), cifra que ubica a la zona entre las mayores productoras de cal por métodos rústicos a nivel de país.
“La mejor época para la obtención es la de seca, porque la cal da más rendimiento”, afirma Yohanys Parada Pérez, unos de los principales productores de la zona. “Mensualmente extraigo unos 250 quintales de cal, es un recurso tradicional en esta zona y no te niego que esto es un trabajo duro, muy arriesgado, pero me gusta. El montaje del horno, la quema y el envase son las cosas más difíciles para un calero”.
A los productores le compramos la cal viva, ensacada en piedras y luego, con el efecto del aire se desvanece, se hace polvo, expone Omar Palmero. “En nuestro centro, aquí en Yaguajay, preparamos a partir de la cal viva, la hidrocal. Se le echa agua y se deja podrir, para que ‘muera’, y se hace una pintura muy usada después en las edificaciones”, concluye.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Que bueno, esa producción de cal. Cual es el precio de 1 quintal de cal viva? Saludos