Aragón: Todavía estamos a tiempo (Fotos)

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Yovany Aragón, el recién nombrado director de los Gallos para la próxima Serie Nacional, comparte criterios acerca de su misión.

Trae la autoridad bien granjeada de quien ganó más que nadie en Sancti Spíritus. Trae las ganas de quien como atleta no pudo concretar el sueño, pese a que estuvo a punto de soltar su brazo con tal de conseguirlo.

Pudiera decirse que desde el box resultó un líder y fuera de él, también. Fue de esos hombres que no le temen al fuego del partido y pedía la bola en cualquier circunstancia, aun cuando su equipo, no pocas veces, le rompió victorias casi seguras.

Llega tras una serie de las peores que se recuerdan, con una afición que camina entre la decepción y la esperanza. Dejó en la capital su casa, su familia, su comodidad; dejó un trabajo más tranquilo en la Comisión Nacional, tronchó una misión en México, a donde volvería en unos meses. Yovany Aragón Rodríguez puso los pies en la valla y está por lanzar lo que casi todo el mundo vaticina como su juego más difícil.

“Ha pasado un poquito más de tiempo desde que tomé esta tarea y la asumo con mucha responsabilidad, con muchos deseos, ya estamos montados en el burro y hay que darle los palos, traigo muchos deseos de trabajar, quiero llevar al equipo lo que siempre inculqué como jugador; mi óptica es comenzar poco a poco, ir preparándome para cuando comience la serie tener más visión y poder proyectarme para que todo salga lo mejor posible”.

¿Cómo lograr “distanciamiento” con quienes jugaste y compartiste hasta hace poco?

El hecho de que yo sea el director no tiene por qué terminar la amistad, ya les he dicho: ahora estoy del lado de acá, eso implica un poco más de respeto. La amistad del director con sus atletas es buena, genera más confianza, como mejor me lo pueden demostrar es dándolo todo en el terreno, ayudándome.

¿Qué tan bueno o tan malo es conocer al equipo?

En una tarea como esta, siempre que conozcas las interioridades de los atletas para mí es beneficioso.

De pitcher no lograste el título, ¿por qué te arriesgas en un momento más complicado?

No creo que este equipo sea tan malo como se piensa, solo le faltan cositas; si  fuera tan malo, no clasificara tantas veces. Trataremos de que los muchachos sepan que pueden dar más, no me arriesgo, quiero dar el alma por un objetivo soñado por mí y por muchos atletas que están aquí.

En tu retiro el Huelga no se llenó como lo merecías. Ese sigue siendo el mismo público que enfrentas…

Que no se haya llenado el estadio no quiere decir que haya sido por desacuerdo con mi retiro o con mis resultados, la gente aquí ve mucha televisión, aspiramos a que no yo, sino el equipo sea quien traiga a ese público. No vengo a hacer cosas extraordinarias, que un día se toque la bola o se mande al robo puede no significar nada si no se ve jugando al equipo con alegría, con esa garra que muchas veces no aparece; trataremos de hacerlo con armonía, que cuando pierda, sea faja’o en la valla.

¿Asumes que a este equipo le falta unión y garra?

Desde la Comisión Nacional  me tocó chequearlo en el play off, a veces desde fuera, desde las gradas se siente que le falta ese espíritu. Desde el punto de vista psicológico, técnico-táctico, esto se puede ir resolviendo, el juego se gana y se pierde, pero a veces viene la derrota porque el atleta no le pone ganas.

Fuiste un lanzador inteligente, ¿hasta dónde te ayuda esa cualidad?

En los primeros años fui un lanzador muy veloz con la recta, después fui perdiendo esa velocidad y fui ganando en inteligencia,  con un método muy fácil: el de observación. Me gustaba ver el juego, estudiar al contrario, lanzaba los juegos mentalmente tres veces, lo hacía ganara o perdiera; si un director no piensa así, no puede imprimírselo a sus jugadores, hay que estar atentos, concentrados en el juego que son dos horas y media. Todos los días se aprende, si tú tienes controlado a los contarios, tienes controlado el juego.

Aragón siempre animaba desde el banco, ¿piensas seguir así?

Va a continuar ese mismo estilo, Aragón no puede estar quieto en un dogout, he sido entrenador de pitcheo y ha sido así, eso puede ayudar al equipo en la combatividad y el espíritu de victoria.

¿Cómo ves la preselección?

Ahora resulta un poco numerosa, no tememos trabajar con todos, se irá reduciendo, veo bien a los lanzadores, con varios establecidos, otros que han transitado cuatro, cinco series, otros que vienen de los juveniles con buena velocidad; el bateo sigue fuerte con hombres hechos, hay que trabajar en la defensa, que el pasado año dejó mucho que desear.

Defensa que comienza con un hueco en segunda.

No veo ese hueco, hay muchachos que pueden suplir, lo que hace falta es que no se nos vayan. Están Lourdes Yunielki, Baguet, que lo pueden hacer igual o mejor que Alfonsito, hay que trabajar y darles la confianza que merecen.

¿Sabes que le dicen la generación perdida?

No sé por qué llamarlos así, hemos tenido subcampeonatos, varios terceros lugares, casi siempre hemos clasificado en los últimos años. ¿Perdida porque no se ha alcanzado un título? Todavía estamos a tiempo, así decían de Ciego, no creo que haya que botar a nadie, esta generación está en plenitud de facultades para ganar; pero si se pierde como se perdió el play off contra Holguín, el pueblo estaría contento.

Vives en la capital. Para que regresaras, ¿te propusieron un avión o el Capitolio?

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Esta decisión influye en mi vida personal y en la de mi familia. Resido en La Habana, pero nunca he dejado de ser espirituano, no me han propuesto ni avión, ni Capitolio, ni nada por el estilo; voy a vivir toda esta etapa al lado de mis atletas. Me pidieron que viniera a trabajar, las autoridades de la provincia no me han pedido que gane un campeonato, solo que el estadio se llene, que la gente quiera ver unos Gallos aguerridos. Esta es mi tierra y si no damos todo por la tierra, ¿por qué lo vamos a dar?

Algunos dicen que Aragón se volvió loco.

Aragón está muy cuerdo, lo asumo como un reto de mi vida laboral, no había sido director de nada. Tenía un trabajo en la comisión, no tan cómodo, aunque no era una labor pública; estaba en México igualitico que si estuviera en Sancti Spíritus.

Cierta vez me pediste una tregua en la crítica.

Creo que el trabajo de la prensa es dar información y si tiene que criticar, que critique, siempre que sea de manera constructiva y con respeto, eso ayuda a esforzarte. Puede que saque a un pitcher cuando no deba, pero Aragón solo está comenzando, les pido que no se desesperen, me puedo equivocar como lo hace cualquiera, pero estoy también preparado para las críticas, sé que vendrán, imagínate, si no critican de pelota… Hay que asumir la tarea y las consecuencias.

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