Con solo 23 años Yohan Araque es dueño absoluto del ranking nacional y miembro del equipo Cuba de rodeo desde el 2009.
De pequeño desandaba el patio de su casa con un lazo entre las manos tratando de inventar cualquier pirueta, hasta que un buen día un mexicano que asistió a la Feria Agropecuaria en Sancti Spíritus le dio algunas indicaciones técnicas relacionadas con la forma de empuñar la reata o mover los dedos y los brazos para lograr algún ejercicio.
Desde entonces no hubo días sin actividad; por convicción propia Johan Araque Raya quiso hacerse floreador hasta sacar partida a esta compleja modalidad del rodeo, que tuvo su origen en el estado de Jalisco, por la región de Los Altos, a fines del siglo XVIII.
¿En qué momento se incorpora al equipo provincial de rodeo?
A los 19 años asistí a mi primer evento de feria en La Sierpe; fueron los compañeros de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) quienes me invitaron, porque el floreo forma parte del rescate de las tradiciones ganaderas y a Sancti Spíritus le estaba faltando esa modalidad.
Tres meses después me fui a la triangular de la zona central que se realizó en Jicotea en el 2009 y a partir de entonces los miedos quedaron fuera, pues mi único objetivo era hacer que la lazada, después de suelta y antes de llegar a su destino, girara sin cerrarse alrededor de mi cuerpo, y claro que lo logré. Para mi sorpresa, ese año, logré el primer lugar en el ranking y me seleccionaron para integrar el equipo Cuba, condición que no he perdido hasta la fecha.
¿Qué debe caracterizar a un buen floreador?
La práctica, porque sin ella el floreo no se da, hay que ejercitar mucho las manos, los dedos, los brazos, al igual que los hombros, de lo contrario te duelen y las cosas te salen mal.
¿Cómo ha sido su preparación?
Comencé de forma autodidacta con las crinolinas, que constituyen la base del floreo, al igual que el abecedario y las mariposas, esos son números que dan pie a otros y resultan obligatorios para cada floreador.
Realizo en cada presentación entre 15 y 20 números; aunque existen muchos más, algunos los he visto en videos y los estoy incorporando a mi repertorio; otros no los hago porque necesito practicarlos más antes de presentarlos en pista.
¿Influye el tipo de lazo en el desempeño de un floreador?
Pudiera influir, yo empecé con lazos de manigua, luego me compré uno que le denominan yema costarricense, pero en México, cuando hay competencias de charrería, si no se florea con reatas de maguey no es válida la actuación, yo tuve uno de maguey y no me fue bien porque el clima nuestro lo pone duro y si le das sol se ablanda demasiado. No obstante, los lazos también se preparan para el ejercicio.
Conocedores del rodeo lo consideran el mejor floreador del país. ¿Qué opina de esto?
En Cuba hemos tenido muy buenos floreadotes; Jorge Barrameda fue el mejor, porque era capaz de maniobrar con cuatro cuerdas a la vez: una en cada mano, otra con la boca y la cuarta con una pierna. Fue famoso por sus exhibiciones con el lazo, lo mismo desde el suelo que parado sobre la silla de su caballo y mantuvo el título de campeón mundial hasta 1957, creo que para superarlo hay que andar un buen trecho.
Hay otros que lo hacen bien en Pinar del Río y en las Tunas. Muchos me señalan entre los mejores, otros dicen que tengo futuro y que debo entrenar bastante para llegar a ser como Barrameda, pero entre mis aspiraciones nunca ha estado la fama, sino regalarle al pueblo un buen espectáculo.
Soy nieta de Jorge Barrameda Morejón, Campeón Mundial del Floreo del lazo, estoy segura que si mi abuelo estuviera vivo las nuevas generaciones hubieran heredado sus conocimientos y estuviera muy orgulloso del gran avanze que hoy llevan los seguidores de esta actividad tan bonita, hoy por hoy no me pierdo un evento en el parque 26 de julio pues soy tunera nata, y disfruto cada espectáculo como si lo viera a él parado encima de la silla de su caballo trabajando el lazo como cuando yo tenía 9 años, a los seguidores de esta actividad desearles la mayor suerte del mundo, y las felicitaciones por seguir el ejemplo de mi abuelo, y recordarlo cada 24 de agosto cuando se celebra el día del vaquero y exortarles a continuar practicando pues con la práctica continua es que puedes tener un buen desempeño pues este deporte requiere mucha de ella además de constancia y paciencia.