El arranque de la cosecha en el Sur del Jíbaro, complejo arrocero perteneciente al municipio espirituano de La Sierpe, se acompaña de un mejor aseguramiento de recursos para la maquinaria y la industria.
Una semana después de estrenarse la recolección por las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) Mapos y Sur del Jíbaro, la cosecha correspondiente a la campaña 2011-2012 refleja un positivo comportamiento, dado por las buenas condiciones agrícolas del arroz, el funcionamiento de 15 máquinas de corte y la activación de tres industrias de recibo del grano que representa abrir el 25 por ciento de las capacidades de secado.
Orlando Linares, director del Complejo Arrocero de La Sierpe, precisó a Escambray que en la contienda enmarcada para realizarse en unos nueve meses aspiran a cosechar más de 116 000 toneladas de arroz húmedo, cifra que presupone crecer en unas 4 000 con respecto a la campaña precedente, inscrita como la segunda más productiva en el territorio espirituano.
A partir de ahora y en dependencia del estado de maduración de los campos, el corte de arroz se extenderá progresivamente al resto de las UBPC y áreas campesinas, estrategia entrelazada con la continuidad del alistamiento de las cosechadoras y de la infraestructura industrial, frentes favorecidos por un mayor aseguramiento de insumos, pero a la espera de nuevos arribos de recursos que garanticen terminar los trabajos previstos.
El progreso más significativo de la nueva campaña que se inicia acontece en el área industrial, “porque se eleva en 128 toneladas la capacidad de secado, en relación con la última contienda, dado fundamentalmente por el proceso inversionista acometido y en dependencia de la entrada de los recursos, se puede elevar este año a 890 toneladas la capacidad diaria de los secaderos, cifra que brinda mayor cobertura a la cosecha”, expone Camilo Meneses, principal directivo del frente industrial.
“El proceso inversionista -agrega- busca, además, ampliar los espacios de almacenamiento, ya aumentaron en 2 400 toneladas y se trabaja en una base de almacenes para incrementar esa cobertura en 4 900 toneladas más”.
En los meses por delante los agroindustriales del Complejo Sur del Jíbaro apenas tendrán espacio para el reposo, porque unido al completamiento del programa de siembra -32 500 hectáreas- a concluir en agosto, deberá marchar la cosecha, que planifica como aporte final 40 000 toneladas de arroz consumo, cifra ligeramente superior al saldo del pasado año.
En tanto, con el resto de los territorios incorporados al cultivo del cereal, la provincia persigue una producción total de unas 55 000 toneladas del grano listas para consumir, cifra lejos de la demanda interna de este alimento, pero con una incidencia nada despreciable en la factura importadora del país.
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