En sus cinco décadas de desarrollo hidráulico, la provincia de Sancti Spíritus atesora una abarcadora infraestructura en esta actividad.
Si se buscara en Cuba un territorio que exprese en magnitud e infraestructura la obra hidráulica acometida por la Revolución a partir de crearse el 10 de agosto de 1962 el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), ese camino del agua conduce a Sancti Spíritus.
Avizorada por Fidel en el Programa del Moncada y acentuada su importancia tras los estragos del ciclón Flora, la naciente voluntad hidráulica encontró en esta zona una rica red hidrográfica que dio pie al desarrollo de la rama, tanto que en 1959 Sancti Spíritus no embalsaba agua y cinco décadas después es el territorio con mayor capacidad de almacenamiento en el país, con cerca de 1 300 millones de metros cúbico.
En predios de la actual provincia espirituana fue construida en 1968 la presa Aridanes, segunda en la antigua provincia de Las Villas, y le siguieron hasta 1973 los embalses Siguaney, Lebrije y Zaza. Asimismo, la estación de bombeo Mapos, destinada a irrigar plantaciones de arroz, es considerada la primera obra de envergadura en este territorio.
A los conocidos embalses Higuanojo, Tuinucú, Banao II, Felicidad y Dignorah, edificados en ese orden, la provincia une un patrimonio hidráulico que incluye alrededor de 60 kilómetros de canales magistrales con sus sistemas de entrega, obras de protección y unas 150 estaciones de bombeo en función de Acueducto, que permite cubrir con ese servicio a más de la mitad de la población espirituana.
Pese al indiscutible desarrollo de la infraestructura, la disponibilidad de agua y su impacto en programas como el arroz, la ganadería, la caña, la pesca y la energía, resulta llamativo que la provincia figure entre las de más bajo nivel de áreas agrícolas y cañeras bajo riego.
Primero como región, después como provincia, el programa de la voluntad hidráulica ha dejado su huella en el desarrollo de Sancti Spíritus; no obstante, prevalecen necesidades y problemas asociados al abasto de agua, la calidad del líquido y las redes de Acueducto y Alcantarillado que requieren de la continuidad del respaldo y la atención.
Los retos por delante son grandes, refiere Rafael Rangel, subdelegado del INRH en el territorio, “porque debemos mantener esa infraestructura, seguir incrementando los servicios de agua a la población y mejorar las redes, aspecto este último que concentrará los trabajos de mayor envergadura en Trinidad.
“En el primer semestre las inversiones ejecutadas sobrepasan los 6 millones de pesos -de un plan anual cercano a los 13 millones- en función de programas de interés económico y social. Se trabaja además en los proyectos y procesos de canal trasvase Centro-Oeste, que incluye obras como la presa Agabama y canales que permitirán en un futuro llevar el agua hasta la provincia de Camagüey”, precisó Rangel.
Todo esto se debe al deseo e intereses que la REVOLUCION puso para los diversos desarrollos y sostenimiento de la hoy provincia de SANCTI SPIRITUS pues muy bien conocido que al triunfo en 1959 la mayor parte de ingenieros partieron hacia el norte por lo cual CUBA y todas las provincias incluido el municipio especial tuvieron que formar y crear su propia escuela de ingenieros hidraulicos pues por los problemas creados por el embargo y bloqueo en la provincia y el territorio nacional no volvieron a tener asistencia en esta especialidad por lo cual estas obras en la provincia de SANCTI SPIRITUS se debe a la laboriosidad e ingenio de autoridades cubanas y los ingenieros especialistas de esta especialidad que hoy dia han sentado catedra las maravillas hechas en la provincia de SANCTI SPIRITUS dando ejemplo de cuando se quiere se puede. Lazaro izquierdo