Yosbel González Esponda, destacado lanzador juvenil, dialoga con Escambray digital a propósito de la final del Campeonato Nacional de esta categoría, que tendrá por sede a Sancti Spíritus del 19 al 24 del presente mes.
Pudo ser atleta de cualquier otro deporte; mas, por esa inclinación enfermiza de casi todos los niños en Cuba, Yosbel González Esponda se decidió por el guante y la pelota. Por eso se entregó en serio a su elección y hoy figura entre los talentos espirituanos que tomaron parte en el Campeonato Nacional Juvenil, y desde ya es considerado una de las promesas de mayor calibre para la nómina de los Gallos en próximas Series Nacionales.
Sus credenciales desde las categorías inferiores no pueden ser más elocuentes: inscrito en el equipo cubano del 15-16 para el Campeonato Panamericano de Monterrey, México, en el 2009, miembro de la preselección nacional del 2011 en su primer año como juvenil y participante en un tope ante Canadá en esa propia categoría.
Este muchacho sabe que está bien cerca de la “candela”, pues casi culmina su incursión en los juveniles y dentro de muy poco pudiera estar en el equipo provincial, aunque manifiesta que no le asusta el cambio por muy brusco que sea.
En la presente temporada con los juveniles su actuación lo consolidó como el principal lanzador del conjunto espirituano en dicha categoría, con siete victorias y un solitario revés, Promedio de Carreras Limpias de 0,87 y 71 ponches en 82,1 entradas de labor, en tanto sus contrarios solo le promediaron para 207 de average.
“Desde bien pequeño practico la pelota, ya en segundo grado entré en el beisbolito. Con nueve años me desempeñaba como receptor, entonces en un juego se me fue una bola hacia atrás y desde bien lejos tiré a segunda y saqué out al corredor. Enseguida David Pérez, el entrenador, me dijo que me dedicara a lanzar y así lo hice. Mis lanzamientos oscilan entre las 90 y 91 millas, pero sé que no todo es la velocidad, también tiro curvas, sliders, y sobre todo tengo buen control; aunque me falta madurar mucho.
“Soy disciplinado con las indicaciones de los entrenadores, cuando me hablan de la necesidad de combinar los envíos y de cumplir estrictamente lo previsto en cada entrenamiento”, apunta.
Después de varios años rindiendo dentro de las categorías inferiores en eventos provinciales y nacionales, Yosbel nos habla de su participación en el Campeonato Panamericano 15-16 años, en México, donde logró dos victorias y sufrió un revés.
“Ha sido lo más grande que me ha podido suceder, cuando salí por primera vez sentí una gran alegría, unida al compromiso que tenía con Sancti Spíritus y Cuba de hacer las cosas bien; por suerte, aunque no podía evitar el nerviosismo, la actuación fue buena”.
En la grama del terreno de la EIDE Provincial Lino Salabarría, Yosbel repite una y otra vez el movimiento, practica hasta la saciedad.
Con 18 años y seguidor del avileño Vladimir García, este muchacho sabe que el rigor en la final del Campeonato Nacional Juvenil aumenta, mucho más en un elenco en el que el bateo no está a gran altura y entonces los lanzadores tienen que hacerlo casi perfecto. Pero acostumbrado a los retos que le ha impuesto su carrera, pacta con el optimismo.
“La final que comienza el día 19, es mucho más exigente, pero estamos preparados para obtener un buen resultado, las cosas en el bateo van a salir mejor y te aseguro que estaremos entre los medallistas”.
A Yosbel no le faltan sueños, piensa en grande. Por el momento aspira a terminar bien la competencia e incluirse en el equipo Cuba; mas, con la misma voluntad que enfrenta los entrenamientos, busca otros derroteros en su carrera.
“Espero estar con los Gallos para la Serie Nacional número 52, sé que no será fácil, pero confío en que poco a poco todo saldrá bien. Ya después de estar allí, seguiré luchando para en un futuro integrar la selección nacional de mayores; ese es, precisamente, mi sueño más preciado”.
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