En sus palabras al arribar a tierras cubanas, el Papa Benedicto XVI subrayó que estaba convencido de que Cuba está mirando al mañana, renovando y ensanchando sus horizontes.
El mundo vive hoy grandes dificultades económicas, las cuales han conducido a otra profunda crisis espiritual y moral, que ha dejado al hombre vacío de valores y desprotegido contra el egoísmo de ciertos poderes, que no tienen en cuenta a las personas, a las familias. Es una situación inadmisible, manifestó el Papa Benedicto XVI en sus palabras al arribar a tierra cubana por el aeropuerto Antonio Maceo, de la oriental ciudad de Santiago de Cuba.
En la Ciudad Heroína el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica se dirigió al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, a otras autoridades eclesiales y gubernamentales cubanas, así como al pueblo, que lo recibieron pasadas las dos de la tarde en nombre de toda la Isla.
El Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano agregó que el cambio hacia el progreso verdadero necesita de una ética que coloque en el centro al ser humano. «En el corazón y pensamiento de muchos se abre paso cada vez más la certeza de que la sociedad requiere de hombre rectos, con firmes convicciones y que no sean manipulables».
Aseguró que vino a Cuba como el Peregrino de la Virgen de la Caridad del Cobre, para confirmar a sus hermanos en la fe, para reconfirmarles la esperanza. «Llevo en mi corazón las justas aspiraciones de todos los cubanos donde quiera que estén», apuntó.
Benedicto XVI subrayó que estaba convencido de que Cuba, en este momento especialmente importante de su Historia, está mirando ya al mañana y renovando y ensanchando sus horizontes. «Y en ello ayudará el hecho de que en todo este tiempo ha ido conformando su identidad y se ha inspirado en las enseñanzas y los valores más genuinos, esculpidos en Padres de la Patria como Félix Varela y José Martí; enseñanzas y valores que la Iglesia Católica no ha dejado de profundizar».
Al concluir la ceremonia de bienvenida en la terminal aérea Antonio Maceo, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica pidió que «el Señor bendiga esta tierra y a sus hijos, y en especial a los que se sienten desfavorecidos, a los marginados, los que se sienten débiles de cuerpo y espíritus».
(Tomado de Juventud Rebelde)
Emotivas palabras de su SANTIDAD reconociendo el desvelo y sacrificio del Gobierno Revolucionario sus conquistas positivas para el bien de los nacionales a la vez fue de mi agrado el que reconociera nuestros valores patrio y que en base a estos se encuentra bien cimentado el GOBIERNO CUBANO pese a la falsa propaganda mediatica que proviene de los anti-cubanos de la ciudad bananera miami y de las lacras de la sociedad al servicio del dinero y lujuria norteamericana los minusculos mercenarios internos primo la cordura y el perfecto sentido del PAPA BENEDICTO XVI. Lazaro