El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, aseguró este martes que quienes acusan de enriquecimiento al jefe de Estado, Evo Morales, solo buscan mellar su imagen, en momentos de altísima popularidad y aceptación.
En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, García Linera recordó una reciente encuesta, aplicada en casi todo el país, en la cual la aceptación del mandatario alcanzó el 59 por ciento, a solo tres puntos de la cifra con la cual se reeligió al frente del país en 2009.
El también presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional recordó que a diferencia de otros sondeos, éste no solo incluyó a habitantes de las grandes ciudades o los barrios de clase media alta, sino también a personas que viven en el interior.
Al mismo tiempo, destacó que, aún así, no se tomó en cuenta la opinión de aquellas poblaciones más alejadas, donde viven personas más humildes, donde el Presidente aún tiene muchísimo más respaldo.
«Esos índices de aceptación y la bonanza económica que vive el país no gustan a alguna gente de derecha, de sectores conservadores y privilegiados, los cuales han comenzado una campaña que intenta mellar de manera infame, de manera falsa, al Presidente», recalcó García Linera.
El vicemandatario consideró, sin embargo, que Evo Morales «es uno de los mandatarios que menos dinero recibe en América Latina. Es un hombre que mantiene un estilo de vida muy austero, muy sobrio».
«Es un hombre indígena, campesino, y nunca ha abandonado esa vida austera, disciplinada y laboriosa, del campesino. Es un hombre que se levanta a las cinco de la mañana y se acuesta a las 12 de la noche, todos los días, sin vacaciones, sin descanso…porque así es la vida del campo», recordó.
También dejó claro que ese es «su ritmo de trabajo, esa es la ética de trabajo que tiene el Presidente y que nos ha inculcado a los compañeros que colaboramos. Y su patrimonio, sencillo, ha tenido un incremento debido a cosas muy fáciles de explicar».
La segunda figura política del país explicó dicho aumento con los ahorros de su salario, la revalorización de una pequeña propiedad en el Chapare y una modesta vivienda en la ciudad de Cochabamba, las cuales triplicaron su valor por el buen momento económico que vive Bolivia.
García Linera destacó también que el primer presidente indígena de Bolivia redujo el salario de 45 mil bolivianos mensuales (unos siete mil 500 dólares) a 15 mil (dos mil 100), aunque su intención era rebajarlo a cinco mil bolivianos (717 dólares), pero se encontró con la oposición del gabinete.
«Recuerdo aquella reunión, en la cual los ministros, de manera muy diplomática, lo convencieron de que no dejara el salario en cinco mil bolivianos, porque con esa cantidad no podrían acompañarlo, porque no les alcanzaría para mantener a sus familias ni pagar la escuela de sus hijos», destacó.
Al mismo tiempo, rememoró cómo el jefe de Estado anuló los Gastos Reservados, una suma anual que oscilaba entre 20 y 25 millones y que mandatarios anteriores disponían -de manera arbitraria, sin rendir cuenta- para lo que se les antojara.
«Los anteriores gobiernos utilizaban ese dinero para sobornar a parlamentarios, pagaban fidelidades a altos mandos, entregaban a la familia, se lo guardaban… y Evo Morales los anuló», destacó.
Por último, recordó que el Presidente recibe cada día varios pequeños regalos, los cuales aumentan también su patrimonio, y aclaró que las dos principales figuras políticas del país autorizaron, mediante firma, que cualquier ciudadano pueda ver, sin restricciones, cómo andan sus cuentas o cuánto valen sus propiedades.
García Linera resaltó que Morales recibe esos regalos por compromiso ético, por respeto al pueblo que lo admira y lo quiere.
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