El Banco del Sur, que deberá entrar en funcionamiento el próximo año, será una alternativa frente a entes como el Banco Mundial y fortalecerá la región, destacó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, en declaraciones difundidas este sábado.
En entrevista concedida a Venezolana de Televisión, el ministro de Relaciones Exteriores consideró a ese ente como una de las esperanzas más importantes para América Latina, y también para los países en crisis, entre ellos, los europeos.
Resaltó la perspectiva de «un importante crecimiento económico regional, a través de inversiones de las que el Banco del Sur debe ser el pivote fundamental».
Hemos hablado de la necesidad de invertir en una red ferroviaria y vial en Suramérica, de una red de silos para la soberanía alimentaria, de empresas farmacéuticas y del proceso de integración energética, explicó.
Añadió que para su país, particularmente, que decidió limitar sus relaciones con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el Banco del Sur constituye una importante alternativa para asegurar que su perspectiva de desarrollo puede ser financiada adecuadamente.
De acuerdo con el titular, en abril último se cumplió el requisito de dos terceras partes del capital que ya ha sido ratificado por parte de los países, de ahí que «en abril del 2013 deberíamos tener abierto el Banco del Sur», dijo.
El Acta Fundacional de la institución fue suscrita el 9 de diciembre de 2007, en Argentina, por ese país austral, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Brasil y Paraguay.
Tales naciones adoptaron el 26 de septiembre de 2009, en la Isla de Margarita, Venezuela, en el marco de la II Cumbre América del Sur-África, el Convenio Constitutivo del Banco del Sur, que entró en vigor en abril pasado.
Patiño resaltó que América Latina está viviendo un momento histórico, y el proceso de cambio social que se construye con más fuerza, precisión y apoyo en algunos países, «tiene que irse regando como un río de aguas limpias» para llegar a toda la región.
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