Los agrocañeros de Sancti Spíritus retomaron lasiembra de caña frenada por 10 días a causa de las intensas lluvias de mayo, y con la aspiración de incorpor a todas las unidades productoras de esta central provincia.
Bajo la premisa de no renunciar al plan de siembra de primavera, cuyo calendario termina este mes, los agrocañeros de Sancti Spíritus retomaron la ejecución de la actividad frenada por 10 días a causa de las intensas lluvias de mayo, y con la aspiración de este fin de semana tener incorporadas a las labores a las 34 unidades productoras de esta central provincia.
Además de paralizar el avance de la plantación, la mayor afectación se identificó en unas 1 200 hectáreas de tierra en preparación; de ellas algo más de 900 que estaban montadas en surcos y deberán rehacerse completamente. “Esto representó el volumen de áreas que prácticamente faltaba para cumplir el plan de primavera al momento de presentarse las lluvias y, hasta el día 6, restaban por sembrarse 1 743 hectáreas”, explica Oscar de la Cruz, jefe del grupo de Caña en la entidad espirituana.
El efecto de las precipitaciones va quedando atrás, asevera Hermio Cáceres, director de Atención a Productores en la Empresa Azucarera de Sancti Spíritus. “Las aguas nos dejaron más beneficios que daños, el retoño se ve bien y la caña que estaba sembrada, salvo algunos pedazos muy maltratados por las crecidas y las inundaciones, tiene una reacción muy positiva; por supuesto, que en la agricultura cañera hay un nivel de afectaciones, pero todo es recuperable.
“Quizás de lo que menos se ha hablado y que lo consideramos como el daño más grande es lo referido a los viales del patronato del sector, con unos 35 kilómetros de caminos y 21 obras de fábrica -entre puentes y alcantarillas- severamente destruidos”, acotó.
Adelantar otras labores de la agricultura, con un peso fundamental en la aplicación de herbicidas, figura por estos días en la agenda de los cañeros; más, el medidor principal del accionar recuperativo de la rama apunta a la siembra de caña, actividad necesitada de incrementar los ritmos diarios actuales y llevarlos al nivel de las 100 hectáreas, a la vez que urge retomar el trabajo de preparación de tierra para la plantación invernal -de julio a diciembre- con 2 600 hectáreas planificadas.
“Hemos reanudado todas las labores sobre la base de no renunciar a ningún plan y la estrategia actual integra la respuesta a la situación creada por las lluvias y a darle continuidad a todo el programa cañero previsto para el año, como es el caso de la siembra, pues el 38 por ciento de lo previsto a plantar en el 2012 son áreas vacías que se incorporarán a la producción”, precisa Hermio Cáceres.
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