La presencia del líder guerrillero Simón Trinidad en el proceso de paz del gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) podría ser más allá de lo virtual, según informa hoy del diario El Espectador.
«Hoy se sabe que los contactos de las autoridades estatales colombianas y el gobierno norteamericano están muy avanzados», apunta el periódico, y agrega que el tema va mucho más allá de la participación virtual de Trinidad, preso en Estados Unidos adonde fue extradito bajo acusación de secuestro y cumple una condena de 60 años.
El próximo paso «podría ser el de la repatriación del guerrillero», presume el rotativo, sin revelar la identidad de sus fuentes. Su regreso se daría en la segunda quincena de noviembre, aventura.
La idea es que si las negociaciones de paz con las FARC-EP avanzan positivamente y se logran acuerdos concretos para su desmovilización, Trinidad se convierta en el primer reinsertado del proceso de paz en la vida política colombiana, siempre que «asuma los compromisos de colaborar en cuanto a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas», señala El Espectador.
Eso sí, acota, «el gobierno de Barack Obama tiene claro que no va a pronunciarse hasta tanto se resuelvan las elecciones presidenciales en su país, programadas para el 6 de noviembre».
Sin embargo, una reciente declaración de la secretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson, da algunas luces al respecto, indica El Espectador citando a su vez al periódico El Tiempo:
«Tendría que ser un tema de discusión con el Gobierno de Colombia, en la medida que esto avance», dijo Jacobson, sin negar ni confirmar si Washington permitirá la repatriación de Trinidad.
También Sonia, la jefa del Bloque Sur de las FARC-EP, igualmente detenida en Estados Unidos, sería repatriada, augura El Espectador.
«Lo que se dice es que algunas organizaciones no gubernamentales estarían asesorando a los abogados de Trinidad y gestionando todo lo concerniente a su regreso para que se vincule a la mesa de diálogos en Cuba», afirma el periódico haciéndose eco, en este caso, de rumores extraoficiales.
Desde un inicio, cuando las FARC-EP anunciaron a su equipo de negociadores, el nombre de Simón Trinidad figuró en el grupo por considerar la fuerza guerrillera que su presencia era imprescindible, teniendo en cuenta su trascendencia histórica y su experiencia y sabiduría en anteriores negociaciones de paz.
Desde su cárcel estadounidense, Trinidad respondió de inmediato su voluntad y decisión de incorporarse al proceso en busca de una solución política del conflicto armado que desangra asu país, e incluso solicitó en carta al presidente Obama que facilitara su participación.
En la reciente instalación oficial del diálogo en Oslo, su nombre figuró en un cartel -como un reclamo y una presencia simbólica-, frente a una silla vacía, en la mesa que ocuparon los equipos negociadores de ambas partes.
Nosotros pensamos que es importante su presencia en este escenario donde las FARC-EP se la van a jugar toda por la paz de Colombia, dijo en esa ocasión Iván Márquez, quien encabeza el equipo de negociación del movimiento guerrillero.
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