La prima ballerina assoluta cubana Alicia Alonso recibió este miércoles el título de Doctor Honoris Causa en Relaciones Internacionales, en acto celebrado en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en La Habana.
La artista, de 91 años, recibió la alta distinción de manos del canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, en cumplimiento de la Resolución 10 de 2012 del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI).
Isabel Allende, rectora del ISRI, reconoció que Alicia representa a la cultura cubana en su más alta expresión, sumando a su calidad estética, altos principios de patriotismo y defensa de la identidad nacional.
«Alicia es la artista cubana más universal, de mayor proyección internacional, cuyo arte y personalidad artística se han proyectado en todo el mundo, por lo que posee el más alto reconocimiento mundial», subrayó la rectora del ISRI.
El poeta Pablo Armando Fernández, Premio Nacional de Literatura, en sus palabras de agasajo, dijo que «el único modo de acercarse a la flor, a la luz que es Alicia, es la poesía».
«Su nombre, Alicia/ traía consigo las maravillas/ que la luz esparce entre sus elegidos/ y la danza,/ la música propulsa sus pies/ para que asciendan los tronos celestes/ y corporice en ellos dones de la gracia/ que divinizan el andar por los predios cósmicos/ terrenales…», dijo en emocionados versos el poeta.
Pablo Armando recordó que entre más de un centenar de condecoraciones, Alicia mereció que universidades de México, La Habana y Valencia le otorgaran Doctorados Honoris Causa, además de la Orden Isabel la Católica, de manos del Rey español Juan Carlos de Borbón; la medalla de Su Majestad Isabel II, en el Reino Unido, y la Orden José Martí, máxima distinción que otorga la República de Cuba.
Añadió a estos lauros la Orden en grado de Comendador de la Legión de Honor de la República Francesa.
«Nadie ni nada -agregó-, puede impedir que surja continuamente, en cinco continentes, el merecido reconocimiento a una vida y obra monumental».
La mítica bailarina, en sus palabras de agradecimiento, recordó que siempre había pensado que una de las grandes virtudes del arte de la danza es su inmenso don de comunicar, y la posibilidad infinita de expresar no solo ideas, sino también sentimientos, estados de ánimo, ambientes, y otras sutilezas de la expresión humana.
«He tenido el honor de representar a mi pueblo durante muchos años, pero también se me ha visto como representante de Iberoamérica, del entorno caribeño, incluso, como representante de la latinidad, y hasta de la danza de Norteamérica, cuando he llevado mi arte por las diversas latitudes», añadió.
«En nombre de la danza recibo este honor que hoy generosamente se me confiere» concluyó la artista homenajeada.
En el acto estaban presentes además, Miguel Díaz-Canel, vicepresidente del Consejo de Ministros; Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado; Rafael Bernal, ministro de Cultura, y José Ramón Saborido, viceministro primero del Ministerio de Educación Superior.
También participaron Irina Boskova, directora general de la UNESCO; miembros del cuerpo diplomático acreditado en Cuba e importantes personalidades de la vida cultural cubana.
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