La presidenta Cristina Fernández llamó este viernes a todos los argentinos para trabajar juntos, unidos y organizados, y de ese modo -subrayó- poder construir un país mejor.
En un multitudinario acto convocado por organizaciones sociales, políticas y sindicales y que abarrotó el capitalino estadio del club Vélez Sarsfield y sus alrededores, la dignataria agradeció, en primer término, a las fuerzas políticas que acompañaron con su voto en el Congreso la expropiación de la petrolera YPF.
Por azar estamos aquí después que el Senado diera media sanción a ese proyecto de ley, dijo Fernández antes de agradecer a todos los que hicieron esto posible.
Acotó que ese apoyo, acompañándola en la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la empresa española Repsol en YPF para recuperar el control de recursos vitales y estratégicos, no es al gobierno, sino a todo el país.
Exhortó, además, a hacer un aprendizaje político sobre cuánto se ha podido hacer, «aun con esta historia que empezó un 27 de abril con tanta debilidad», con voluntad, convicción y un inmenso compromiso personal.
El 27 de abril de 2003 Néstor Kirchner ganó la Presidencia de la Nación con apenas 22 por ciento de los votos, iniciando un modelo de desarrollo económico con inclusión social, seguido luego por Cristina Fernández, quien para su segundo mandato propuso continuarlo con lo que definió como sintonía fina.
En ese sentido enfatizó que «algunos pensaron que al hablar de sintonía fina íbamos a retroceder y cambiar; pero estas ideas, estas conquistas son parte hoy de toda la Argentina», manifestó.
La mandataria se dirigió de modo particular a los jóvenes, celebrando su incorporación a la política, y afirmó que a ellos corresponderá llevar adelante la conducción del Estado y hacerlo con la adopción de formas nuevas, modernas, contemporáneas de participación.
El Estado no puede declinar sus responsabilidades políticas, económicas, sociales e institucionales en la conducción de un país, puntualizó antes de reiterar la necesidad de estar unidos y organizados para profundizar las transformaciones en marcha.
En otra parte de su discurso, recordó que «antes nos habían dividido y enfrentado entre nosotros y sobre esas diferencias lucraron unos pocos», y aludió a que la historia no se escribe en línea recta, sino que tiene marchas y contramarchas, claros y oscuros, avances y retrocesos.
Cristina Fernández se refirió también a las oportunidades que tiene América del Sur para convertirse en «una de las regiones más importantes de la tierra», y aprovechó para enviarle un abrazo y desearle de todo corazón una pronta recuperación a su par venezolano, Hugo Chávez Frías.
En el tramo final de su discurso, permanentemente vitoreado, reiteró la importancia de incorporar a los jóvenes a la política («es lo mejor que hemos hecho», dijo) y expresó su orgullo por formar parte de un proyecto de país «que crece, incluye, protege y recupera».
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