Cuba reiteró este sábado su defensa de la verdad sobre los hechos ocurridos el 24 de febrero de 1996, cuando en su espacio aéreo fueron derribadas avionetas de grupos terroristas radicados en Miami, Estados Unidos.
En un artículo que publica el diario Granma se exponen las acciones de la isla para evitar lo sucedido, así como los elementos que ponen al descubierto aquella provocación y la complicidad de Washington.
«El lamentable incidente del derribo de las avionetas el 24 de febrero de 1996 pudo haberse evitado. El Gobierno de William Clinton acomodó una imagen bien negativa de Cuba ante la opinión pública con la manipulación de información, la falsificación de datos y la tergiversación de los hechos, convirtiendo el asunto en un «show» de campaña electoral», refleja el texto.
Granma -órgano oficial del Partido Comunista- recuerda que en más de 20 ocasiones Cuba había tratado el tema por canales diplomáticos con autoridades norteamericanas, en espera de una reacción en correspondencia con la distensión propiciada por conversaciones migratorias iniciadas en 1994.
Señala que además de la vía diplomática, fueron aprovechadas visitas de políticos, congresistas, empresarios, dirigentes sindicales y personalidades religiosas del vecino país para expresarles preocupación en torno a las provocaciones y la necesidad de demandar un freno a las mismas por la Casa Blanca.
Tras las violaciones del 9 y el 13 de enero de 1996 sobre el espacio aéreo cubano para acometer «un plan político de desobediencia civil», la opinión pública en la isla empezó a manifestarse preocupada con la posibilidad de una peligrosa escalada de estos grupos contrarrevolucionarios, que se consideraban impunes, precisa.
Según la fuente, grupos como Hermanos al Rescate, el cual por órdenes de Washington recibió aparatos Cessna utilizados antes contra El Salvador y Vietnam por la aviación estadounidense, actuaban con agresividad y de manera desafiante ante las advertencias sobre la peligrosidad de esos actos.
A Cuba solo le quedaba apelar a la parte norteamericana para que pusiera fin a esas acciones, actuar o permitir la impunidad. La última variante estaba totalmente descartada, a partir del contenido y tono de las denuncias de La Habana luego de las violaciones flagrantes de su espacio aéreo, apunta el diario.
Para Granma, estaba claro que el gobierno de Estados Unidos tenía pleno conocimiento de las provocaciones de Hermanos al Rescate y de sus riesgos.
«Hoy se saben más cosas, como que Estados Unidos dice que se perdieron los registros de los radares y se niega reiteradamente a entregar las pruebas satelitales que arrojan mucha luz sobre los hechos de aquel día», añade el rotativo en su artículo ¿Hubiera podido evitarse el incidente del 24 de febrero?
(Tomado de Prensa Latina)
Bien por CUBA de reclamar una y otra vez desde el 98 a pesar de la ardua labor de los miembros de la REVOLUCION mostrando las pruebas reales del lamentable suceso completamente verdaderas sobre el lamentable derribo ocurrido por desacato y responsabilidad de los miembros de anti cubanos radicados en la Republica bananera de miami las cuales han producido tensiones por el comportamiento villano y contradictorio de los gobernantes norteamericano los gusanos y parlamentarios in conformes de la ciudad bananera CUBA siempre a estado en disposiciones de aclarar pero los imperialistas yankis no desean cooperar para esclarecer pues ellos saben que son responsables por promover y proteger a gentes basuras miembro y protegidos del descaro y desparpajo de asesinos y testaferros del difunto criminal batista. Lazaro